En el mundo del asado, cada corte de carne y achura tiene sus propios secretos, ¡y los chinchulines no son la excepción! Estos deliciosos trozos de intestino son un tema de debate apasionado entre los amantes del asado, y hoy te revelamos los mejores tips para que tus chinchulines sean los más sabrosos y crujientes.
El primer paso para unos chinchulines espectaculares es elegir una buena achura. Los expertos coinciden en que deben ser frescos, con un color marrón claro en el interior y grasa lo más blanca posible. ¡La calidad de la tripa es clave!
Preparación con sabor
Antes de llevarlos a la parrilla, es fundamental dejarlos con un poco de grasa para que aporten más sabor. Además, muchos recomiendan remojarlos unas horas antes o, mejor aún, hervirlos en leche con una hoja de laurel y cáscara de limón durante una hora. ¡Esto los hará increíblemente tiernos!
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Cocción perfecta
La cocción de los chinchulines depende del gusto de cada uno. Si los has tiernizado, una vuelta y vuelta en la parrilla será suficiente para que queden crocantes. Si prefieres cocinarlos lentamente, déjalos en la parrilla entre una hora y media y dos horas, y luego dales un toque final en fuego fuerte para dorarlos.
¿Sal y limón?
Aquí es donde las opiniones se dividen. Algunos prefieren agregar sal y limón antes de ponerlos en la parrilla, mientras que otros lo hacen después. ¡La elección es tuya!
Formas de cocinarlos
La forma en que cocinas los chinchulines también varía. Puedes trenzarlos, dejarlos en largas tiras o cortarlos en trozos pequeños. Cada asador tiene sus trucos y estrategias, así que elige la que más te guste y ¡sorprende a tus comensales con tus deliciosos chinchulines!