La cebolla es un ingrediente esencial en la mayoría de nuestras recetas, ya sea para darle sabor a preparaciones cocidas o crudas. ¡Muchos la adoran en ensaladas!
Entre las cebollas más comunes en nuestras cocinas están la cebolla de verdeo, la blanca y la morada. Hoy nos enfocaremos en las dos últimas, las favoritas de muchos cocineros.
Cada tipo de cebolla tiene características únicas que las hacen especiales y útiles en diferentes contextos culinarios. Hoy te contamos todo sobre estas dos variedades para que puedas sacarles el máximo provecho en la cocina.
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Todo sobre la cebolla blanca y morada
Cebolla Blanca: Esta cebolla tiene un sabor fuerte y un olor intenso que se libera al cortarla. Es ideal para consumirla cocida en caldos y guisos, aunque también se puede disfrutar cruda en ensaladas, cortada bien fina, o en aderezos y salsas. Además, comerla cruda fortalece el sistema inmunológico gracias a su contenido de vitaminas y minerales.
Cebolla Morada: Perfecta para comer cruda, la cebolla morada tiene un sabor más suave y ligeramente dulce, lo que la hace ideal para ensaladas. También es excelente para preparar aderezos que acompañen platos como carnes. Su color vibrante no solo añade sabor, sino también un toque visual atractivo a tus comidas.