Los geranios son una de las plantas más queridas por su vibrante colorido y su fragante aroma, especialmente durante los cálidos meses de primavera y verano. Sin embargo, su belleza es efímera, por lo que es crucial aprovechar el momento adecuado para propagar estas plantas y asegurar su esplendor.
¡Un truco que no debes dejar pasar!
Para empezar, asegúrate de que los esquejes de tus plantas de geranio tengan al menos dos hojas y córtalos con herramientas limpias para evitar la transmisión de plagas o enfermedades. ¡La limpieza de las tijeras es crucial! Cualquier contaminación podría poner en riesgo el crecimiento de las futuras flores.
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Una vez obtenidos los esquejes, tienes dos métodos principales para enraizarlos: en agua o directamente en tierra. Aunque el método en agua puede parecer atractivo, suele ser más susceptible a que las raíces se pudran. Por ello, el método más seguro es plantar los esquejes directamente en macetas con sustrato universal. Antes de insertar el esqueje en la tierra, haz un pequeño agujero para facilitar su colocación y luego pulveriza suavemente el esqueje para darle humedad.
Después de plantar los esquejes de geranio, es fundamental colocar las macetas en un lugar que reciba luz solar moderada, sin exposición directa a corrientes de aire.
Controla la humedad del entorno, ya que un exceso de agua puede causar que los esquejes se pudran, afectando su capacidad de enraizar correctamente las plantas. ¡El equilibrio entre luz, aire y humedad es esencial para el éxito de la propagación!