Tener carne molida siempre a mano es como tener un comodín culinario en el congelador. Es versátil, deliciosa y nos permite preparar una variedad infinita de platillos para el almuerzo o la cena.
Pero, ¿cómo asegurarnos de que nuestra carne molida esté en perfecto estado antes de cocinarla? ¡Aquí te presento 4 consejos infalibles!
Fecha de caducidad
Al sacar la carne del congelador, verifica su fecha de vencimiento. Si está dentro de 1 o 2 días posteriores a la fecha indicada en la etiqueta, ¡adelante! Si es más, mejor desecharla.
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Consistencia perfecta
Toca la carne con las yemas de los dedos. Si notas que está viscosa, pegajosa o resbaladiza, las bacterias ya están haciendo fiesta en su superficie. Pero si se deshace fácilmente al presionar, ¡es fresca y segura para consumir!
Olor revelador
Si la carne tiene un olor rancio o desagradable, no hay duda: está en mal estado. Las bacterias liberan sustancias químicas durante la descomposición, y eso es lo que percibimos. Confía en tu nariz.
Color rojo intenso
La carne molida fresca debe ser roja brillante. Algunos matices marrones son normales, pero si todo es gris, ¡descarta! Queremos vibrante, no aburrido.
Dos tips extra
- Descongelación correcta: Nunca descongeles la carne a temperatura ambiente. Métela en la parte baja de la heladera al menos un día antes de cocinarla.
- Cocción segura: Cocina la carne a 71° C (160° F) para eliminar cualquier bacteria. No dejes partes a medio cocer.
¡Ah! Y si quieres extender la vida de tu carne molida, congélala después de cocinarla. Así podrás disfrutarla durante 8 meses en un recipiente hermético.