¡Atención, amantes de la repostería! Hoy traemos una receta que es pura magia: la Tarta Napoleón. Este postre, que es todo un emblema de la dulzura rusa, te sorprenderá con su textura crujiente por fuera y su corazón cremoso por dentro. ¿Lo mejor de todo? ¡Es tan sencilla que hasta los novatos en la cocina se sentirán como chefs profesionales!
La Tarta Napoleón no es solo un postre, es una celebración de la historia. Creada en 1912 para conmemorar el centenario de la victoria rusa sobre Napoleón, esta tarta ha evolucionado para deleitar a todos los paladares. Aunque la receta original era un poco más elaborada, hoy te presentamos una versión que mantiene su esencia y sabor inigualable, pero con la facilidad y rapidez que todos deseamos.
Ingredientes
- Galletitas palmeritas, el secreto de su textura única.
- 500 ml de leche, la base de nuestra crema.
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- 4 yemas de huevo, para darle esa riqueza irresistible.
- 125 gramos de azúcar, porque la vida necesita dulzura.
- 50 gramos de fécula de maíz, para la consistencia perfecta.
- Un toque de esencia de vainilla, el aroma que enamora.
Preparación
1. ¡Manos a la obra con la crema pastelera! En un bowl, mezcla las yemas y el azúcar con pasión. Añade la fécula de maíz y la leche, batiendo con energía hasta obtener una mezcla suave y sin grumos.
2. La magia sucede en la sartén. Cuela la mezcla y caliéntala a fuego medio, añadiendo la esencia de vainilla. Revuelve con amor hasta que espese y se transforme en la crema de tus sueños.
3. El montaje es un arte. En un molde engrasado, coloca una base de galletitas palmeritas. Cubre con la crema pastelera y repite las capas hasta alcanzar la cima del sabor.
4. La decoración es la cereza del pastel. Adorna con crema y galletitas troceadas. Refrigera por 4 a 6 horas y prepárate para el gran estreno.
¡Voilà! Tu Tarta Napoleón está lista para robar suspiros y aplausos. Es hora de celebrar con este postre legendario y disfrutar compartiendo los resultados de esta receta con tus invitados