Las flores son más que belleza para la vista; son tesoros olfativos que esperan ser descubiertos. En este artículo, exploraremos cómo las flores de tu jardín pueden ser la clave para un ambiente lleno de aromas encantadores. ¡Prepárate para ser el alquimista de tu propio elixir aromático!
Las flores tienen el poder de evocar recuerdos y emociones. Con ese espíritu, te presentamos dos técnicas innovadoras para extraer sus esencias y crear un perfume que capture esos instantes mágicos.
Usando este sencillo método no solo revelaremos los misterios de este arte, sino que también te daremos paso a paso todo lo que necesitas para que puedas fabricar tu perfume casero con total confianza.
Perfume 1
Para esta primera preparación necesitarás: rosas rojas, hojas de cedrón, botones de azar, flores de naranjo y limonero, lavanda seca y hierbabuena. Además, prepara un frasco de vidrio y un gotero para embotellar tu creación. Recuerda, la cantidad final será pequeña, así que el gotero es esencial.
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El proceso comienza con una cacerola con tapa y un recipiente resistente al baño maría, como una taza de cerámica. La tapa debe colocarse invertida para capturar el vapor. Llena la cacerola con agua, ajustando la cantidad según los pétalos que uses. Coloca la taza en el centro y distribuye alrededor las flores y hojas picadas para liberar su aroma.
Con todos los ingredientes en su lugar, invierte la tapa y calienta a fuego lento. Verás cómo las gotas de condensación se deslizan hacia el centro. Hierve durante 15 minutos y luego usa el gotero para recolectar el líquido que quedó dentro de la taza.
Si deseas aprovechar el agua restante, filtra las flores y hierve el líquido hasta obtener un concentrado aromático.
Perfume 2
Para esta segunda propuesta vas a necesitar: pétalos de rosa roja y blanca, lavanda seca, azares y una hoja de naranjo. Prepara un recipiente con tapa, un frasco de vidrio y un gotero.
Coloca un filtro de café en el recipiente y añade las flores y hojas picadas. Agrega una taza de agua, tapa y deja reposar en un lugar fresco y oscuro por 24 horas.
Tras el reposo, retira la tela con las flores, exprime bien y vierte el líquido en una cacerola. Hierve a fuego lento hasta reducir al máximo y luego enfría antes de transferir al frasco con el gotero.
Para un concentrado diferente, hierve los pétalos y hojas con agua durante 20 minutos y filtra. Si prefieres una consistencia más espesa, hierve por más tiempo hasta obtener una pasta.
Opcionalmente, agrega unas gotas de aceite de almendras, glicerina o vaselina derretida a ambos perfumes para una mejor aplicación en la piel.
Recuerda, estas fragancias naturales no duran tanto como los perfumes comerciales, pero ofrecen una forma maravillosa de disfrutar los aromas de tus flores y hojas. Recuerda que debes mantener tus perfumes en un lugar fresco y oscuro.
En conclusión, esperamos haberte inspirado con estas interesantes propuestas de perfumes caseros para que te animes a experimentar y crear tu firma olfativa personal con los regalos de la naturaleza.