El amaranto es una planta milenaria andina. Se la considera un superalimento porque sus semillas contienen mucha proteína, además poseen una alta cantidad de minerales como hierro, fibra, calcio, magnesio, zinc, fosforo, cobre, manganeso, potasio, vitaminas del complejo B, así como vitaminas A y C.
La planta de amaranto puede llegar a medir más de dos metros de altura, es muy resistente a pestes y plagas, incluso también a climas secos y muy rústicos. Es rustica y con mucho color. Sus semillas se obtienen frotando sus atractivas flores.
Características de esta planta milenaria
El amaranto es un pseudocereal muy saludable y ampliamente utilizado en la cocina. Es uno de los cultivos más antiguos de América. Se han hallado vestigios arqueológicos en tumbas de la región andina que se remontan al año 4000 a.C.
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Sus flores se acomodan a lo largo de un tallo llamado panoja, en su madurez llegan a poseer colores intensos, dependiendo de la variedad de amaranto. Existen alrededor de 60 especies diferentes.
Medicinalmente es óptima contra la diabetes, para prevenir enfermedades oncológicas y regulariza la circulación, la presión y el colesterol. Se recomienda consumir semillas de amaranto porque ayudan a prevenir el cáncer de colon y enfermedades cardíacas. Debido a su alto contenido de fibra, está recomendado para las personas que buscan mantenerse en forma. También ayuda a controlar las enfermedades gastrointestinales.
Debido a su alto contenido de triptófano, se recomienda su consumo a personas que sufren de depresión, ansiedad, ataques de pánico, esquizofrenia, Asperger y autismo. Como así también para las mujeres embarazadas y durante la lactancia.
Si te interesa agregar semillas de amaranto a tu dieta podes sumarlas en ensaladas, panificados, salsas y sopas.