El asombro de las personas es total al descubrir que en Estados Unidos, más precisamente en Fishlake National Forest, perteneciente al estado de Utah, vive el ser vivo más antiguo del planeta.
Se trata de Pando, un álamo de la especie Populus tremuloides, que surgió de una semilla y se convirtió en un inmenso bosque de árboles genéticamente idénticos que se encuentran allí hace miles y miles de años.
Si bien resulta sumamente difícil establecer la edad exacta de estos ejemplares, se sabe que estos 47 árboles comparten un mismo sistema de raíces subterráneo y se estima que este bosque clonal existe desde hace 80.000 años, como mínimo.
Entonces, como cada grupo de álamos clonados es considerado un solo ser, se sabe que Pando se caracteriza por tener troncos blancos con hojas brillantes; de color verde en primavera y amarillo, naranja, rosa o rojo durante el otoño, los cuales brotan como retoños de un único y enorme sistema de raíces.
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Se tratan de ejemplares tan antiguos, que Pando se extiende sobre aproximadamente 43 hectáreas dentro de la reserva forestal nacional Fishlake National Forest, la cual es administrada por el Servicio Forestal de los Estados Unidos, quien se ocupa de su preservación.
Claro que, además de cobijar el ser vivo más antiguo del mundo, este bosque alberga una gran variedad de especies de vida silvestre, incluidos alces, ciervos, osos negros, pumas y una variedad de aves.
Volviendo a las asombrosas características del Pando, debemos decir también que se trata del organismo viviente más pesado del planeta, ya que se estima que la planta pesa de forma colectiva aproximadamente unas 6615 toneladas. Increíble pero cierto.
En peligro
Por otro lado, diversos artículos señalan que Pando está en peligro y eso surge basado en el estudio científico que asegura que los nuevos brotes verdes están siendo comidos por los venados y además su salud está siendo afectada por la falta de regeneración y los incendios forestales.
Ante esto, las autoridades, científicos y conservacionistas están trabajando de manera incansable para hacerle frente a estas amenazas y así poder garantizar la supervivencia continua de Pando, este extraordinario bosque clonal tan preciado y milenario.