Ubicado en el desierto de Atacama Chile, el Telescopio Extremadamente Grande (ELT) comienza a dar sus primeros pasos causando revuelo en el mundo científico.
Este Telescopio Extremadamente Grande (ELT) se lleva el nombre por ser el más grande construido por el hombre, dando muestras de su infalible precisión, incluso superando al Telescopio Espacial James Webb.
En la búsqueda por conocer lo que hay más allá de nuestra atmósfera, la ciencia ha conseguido notorios avances en los últimos años, especialmente impulsada por la tecnología.
Sin dudas, este telescopio terrestre es la prueba fehaciente de ello, dado que es la cúspide en materia tecnológica y se espera que no sea posible superarlo en muchos años.
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Según la información que llega desde el desierto chileno el ETL terminará pesando 6.100 toneladas demostrando ser una verdadera obra de ingeniería sin precedente alguno.
Si bien se espera que esté terminado para el 2028, lo cierto es que en la actualidad ya alcanzó las 2.500 toneladas y su tecnología óptica infrarroja es capaz de arrojar datos certeros y nítidos. A esto se le suma su espejo primario segmentado que mide 39.3 metros de diámetro, lo que le permitirá recoger 100 millones de veces más luz que el ojo humano, siendo 13 veces más potente que los mayores telescopios ópticos actuales.
En busca de lo desconocido
En base a la estimación de los expertos el ETL será una de las claves principales para la observación del universo primitivo, las galaxias distantes y los cuerpos celestes ocultos detrás de las nubes de polvo.
Además, el hecho de contar con este Telescopio Extremadamente Grande ampliará las posibilidades de conocer otros sistemas estelares, comprender mejor la conformación del universo y sobretodo, buscar vida extraterrestre, demostrando un importante avance científico para la humanidad.