Con la primavera a la vuelta de la esquina, nuestras plantas se preparan para dar lo mejor de sí en la temporada estival buscando mostrar todas sus flores y colores para nosotros.
Es por ello que la época se presta para incorporar un poderoso fertilizante casero y natural para estimular la mayor cantidad de flores en nuestras plantas, utilizando solo un ingrediente que seguramente tendrás en tu cocina.
La utilización de fertilizantes suele ser una tarea muy recomendad por los paisajistas, jardineros y amantes de las plantas. Pero lo cierto es que a la hora de agregar nutrientes, todos buscan evitar los compuestos químicos que se encuentran en los abonos comerciales.
En ese sentido, hoy te traemos una opción natural, efectiva y sobre todo natural para conseguir que tus plantas inunden tu jardín de flores en la próxima primavera con la ayuda de este fertilizante casero.
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El poder de la avena
La avena es un cereal que suele utilizarse para realizar preparaciones dulces y saladas en la gastronomía mundial, por el cual muchas personas optan para incorporarlo en su desayuno.
Esta probado los beneficios que la avena produce en nuestros cuerpos, pero también consigue un importante impacto en el mundo de las plantas actuando a modo de fertilizante para floración.
Esto se debe a su importante concentración de nutrientes como el calcio, potasio, hierro y magnesio, los cuales son calves para que las plantas exploten en flores durante la primavera.
Rápido y lento
Existen dos formas para incorporar la avena a nuestras plantas. Una con una preparación de absorción rápida y otra de absorción lenta.
La primara se basa en disolver 50 gramos de avena en un litro de agua. Mezclamos bien el contenido y dejamos reposar por 1 o 2 horas a fin de que el líquido extraiga todos sus nutrientes. Puedes utilizar este fertilizante de absorción rápida en tus plantas reemplazándolo por el riego tradicional cada 15 días.
El otro método se basa en colocar un puñado de avena en el sustrato de nuestra planta. En ese caso, el procedimiento es bastante sencillo, solo esparcimos los copos de avena y los volvemos a cubrir con la tierra restante para su descomposición.
Este sistema permitirá que los nutrientes se disuelvan en el sustrato de manera más lenta y prolongada en el tiempo. Hay que tener en cuenta que, cuanto más alta sea nuestra planta, más avena será la que necesite.
Poné en práctica cualquiera de estas dos fórmulas y aprovechá los beneficios de la avena en tu jardín. Seguramente, podrás comenzar a ver los resultados en poco tiempo, cuando tus plantas se llenen de flores con la llegada de la primavera.