Las plantas con aroma a chocolate escasean en el mundo de la naturaleza, transformando a la Akebia quinata en una de las especies más exóticas y codiciadas. Conocida también como trepadora chocolate, es originaria de Asia y algunas zonas de América del Norte. Además de su belleza y fragancia, demanda de simples cuidados para su correcto crecimiento.
La Akebia quinata produce hojas en tonalidad verde oscuro en forma ovalada, y se agrupan en cinco foliolos. Mientras que sus flores colgantes poseen tres pétalos y aparecen recién en la primavera. Y como si fuera poco, la fruta que produce esta planta es comestible, a pesar de su sabor amargo.
Guía de cuidados: secretos y recomendaciones
Los principales factores a tener en cuenta para favorecer el crecimiento de esta especie de forma fragante están relacionados con la exposición al sol y la fertilización. La temperatura ideal para su desarrollo óptimo oscila entre los 10 y 30°, ofreciendo una amplia variante térmica.
En cuanto al suelo no es muy demandante, mezclar sustrato universal con arena y un poco de materia orgánica será suficiente para que esta planta luzca radiante y desprenda su característico aroma a chocolate. Durante la primavera, o sea en época de floración, se puede colocar fertilizante para favorecer a su belleza.
Te podría interesar
Es tolerante a las sequías moderadas, y uno de sus principales enemigos es el encharcamiento de agua. Por lo que la frecuencia de los riegos debe guiarse cuando la tierra se esté secando, nunca antes. Al momento de la plantación necesitará riegos constantes, manteniendo el suelo húmedo en todo momento.
La Akebia quinata, al ser una planta trepadora, crecerá con gran rapidez y la poda es uno de los secretos para mantenerla estética en el jardín. Se puede entutorar en una valla para que crezca firme y alta, podando sus extremos para que no amplíe su volumen en demasía y se controle tanto su crecimiento con la orientación.
¿Cómo reproducir la Akebia quinata?
La técnica que se utilizará con esta planta es por esquejes de tallo semileñoso. El momento óptimo es transcurrido un mes de la última helada prevista, para evitar las bajas temperaturas al momento del desarrollo.
En primer lugar se cortan 15 centímetros de tallo de una variante que tenga, por lo menos, dos años. Se plantan los esquejes en una maceta con sustrato aireado y rico en nutrientes, y se protege en un lugar cálido y con humedad; una vez que se desarrolle la raíz se podrá trasplantar al sitio en donde reposará la Akebia.
Las plantas, flores y árboles ganan cada día un mayor terreno en los jardines del hogar, y esta especie es infaltable entre la colección. Su belleza estética y ornamental, el aroma a chocolate que desprende y sus sencillos cuidados explican la popularidad de la Akebia quinata.