Según algunos historiadores, la receta del pastel de choclo tiene su origen en la época de la colonia, cuando los conquistadores españoles contrataron a cocineros indígenas para que les prepararan una comida parecida a las empanadas de su tierra natal.
Si bien, algunos autores consideran que los cocineros usaron la masa de maíz para cubrir un relleno de carne, ajíes y especias, no hay una referencia escrita que confirme este origen de la receta. Lo que sí se sabe, es que el pastel de choclo se popularizó en el siglo diecinueve entre los campesinos andinos, y con el tiempo se extendió a las ciudades con la migración rural. Desde entonces, el pastel de choclo ha sido parte de la identidad culinaria y cultural de muchos países sudamericanos.
¿Dulce o salado?
En cuanto a la preferencia por el dulce o el salado, esto depende mucho del gusto personal y de la región. En Chile por ejemplo se suele agregar azúcar a la masa de maíz o espolvorearla sobre el pastel antes o después de hornearlo y se le suelen añadir pasas, aceitunas y huevos duros al relleno.
En cambio en Perú, hay una variante dulce que no lleva relleno y solo se le agregan uvas pasas a la masa. En colombia y Venezuela, se llama torta de choclo y también es conocido como torta de jojoto, donde el detalle distintivo es el queso blanco rallado que se agrega a la masa.
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En Argentina y Uruguay, se hace una tarta de choclo con una masa de harina de trigo y un relleno de verduras o cebollas caramelizadas.
Así que, si quieres preparar este platillo, habrás observado que puedes elegir entre muchas opciones, y de todas ellas, te dejamos por aquí, esta exquisita versión dulce para que puedas disfrutar de un delicioso pastel, de forma fácil y rápida.
Ingredientes
- 8 choclos
- 150 ml de aceite
- 1 taza de azúcar granulada
- 50 grs de coco rallado
- 1 cucharadita de sal
Modo de preparación
Lo primero que debemos hacer es tomar nuestras mazorcas de choclo y a las mismas le quitamos los granos con la ayuda de un cuchillo. Una vez finalizado, pasaremos los granos a la licuadora y colocamos una cuarta parte de todo el maíz que hemos obtenido, incorporamos el aceite y licuamos todo muy bien hasta obtener una mezcla homogénea.
De a poco, iremos añadiendo el resto de maíz y procesándolo de la misma manera. Cuando hayas integrado la totalidad de los granos y la mezcla haya quedado homogénea y cremosa la pasamos a un recipiente, donde le incorporamos el azúcar y la integramos, una vez que se disuelva incorporamos el coco y la sal.
Mezclamos todo nuevamente y finalmente volcamos en un molde para horno previamente engrasado con margarina y azúcar, lo llevamos a un horno precalentado a 180° y allí cocinamos nuestra receta unos 40 minutos, transcurrido ese tiempo dejamos reposar fuera del fuego durante unos 10 minutos y podemos disfrutar nuestro delicioso pastel.