Los postres dulces alegran la vida y aportan energía, debido a que los ingredientes que contienen el común de este tipo de receta hacen que nuestro cerebro segregue serotonina y endorfinas, lo que nos produce sensación de bienestar.
Es por eso que hoy vamos a dejarte una receta muy sabrosa y original, ya que se trata de una versión mejorada del típico postre Tiramisú, ya que incorpora un toque frutal que le sienta de maravilla a esta clásica preparación.
Entonces, sin más preámbulos, te dejamos a continuación los pasos que debes seguir para poder disfrutar de un postre frío, cremoso y tan sabroso que se convertirá en tu preferido.
Ingredientes:
5 huevos enteros
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150 gr de azúcar
500 gr de queso crema
14 a 20 vainillas
400 ml de café
4 cucharadas de licor de café
500 ml de crema de leche
80 gr de azúcar
300 gr de frutillas
Cacao amargo en polvo
Modo de preparación:
Para comenzar, lo primero que debes hacer es colocar sobre un bowl apto para baño maría, los huevos y el azúcar. Lo vas a colocar sobre una olla con agua para que hierva y se cocinen mediante este método y vas a mezclar los ingredientes con un batidor de baño.
Cuando la mezcla alcance los 75° de temperatura vas a proceder a retirarla. En caso que no tengas termómetro de cocina, vas a acerca un dedo y si sientes que te quema es porque ya alcanzó la temperatura deseada. Esta receta te va a endulzar desde el primer paso, te lo aseguro.
Luego, tienes que comenzar a batir los huevos con batidora eléctrica para que la mezcla comience a espumar y debes dejar de batir cuando la preparación se enfrió por completo.
A continuación, vas a agregar el queso crema y con una espátula vas a incorporarlo poco a poco en la mezcla espumosa.
El siguiente paso consiste en mojar las vainillas en el café recién hecho, al cual vas a añadir un chorrito del licor que más te guste, y tras humedecer los bizcochos vas a ubicarlo sobre una fuente rectangular una al lado de la otra.
Luego, vas a añadir la mitad de la mezcla que tienes en el bowl, por encima vas a colocar unos trozos de frutillas; previamente lavadas, sin cabo y cortadas en láminas.
Después, vas a repetir este procedimiento haciendo una capa más de vainillas humedecidas en café, el resto de la crema de relleno y una buena cantidad de frutillas por encima. Llevas la fuente a la heladera para que tome consistencia durante una hora.
Mientras tanto, vas a batir la crema de leche junto con los 80 gr azúcar hasta obtener una crema chantilly perfectamente montada.
Cumplido el tiempo de refrigeración, retiras la fuente de la heladera y colocas por encima la crema chantilly a la cual vas a esparcir de forma pareja empleando una espátula recta. Luego, debes llevar la fuente nuevamente a la heladera, aunque lo mejor será hacer esta preparación de un día para el otro.
Por último, al momento de servir este delicioso postre, tienes que espolvorear por encima el cacao amargo y así quedará listo para disfrutar de su irresistible sabor cremoso y frutal. Una combinación perfecta que, gracias a esta receta, podrás saborear cuando tú quieras.