Para los amantes del jardín, hoy queremos hablarles sobre una planta fascinante que tiene un secreto muy especial: sus flores son réplicas de colibríes. Si, leíste bien!, esta planta, que pertenece a la familia de las fabáceas, crece como un arbusto perenne en las dunas arenosas del norte de Australia, donde está amenazada por la pérdida de hábitat. Sus flores son una obra de arte de la naturaleza, que imita a la perfección la forma, el color y el movimiento de los colibríes.
La Crotalaria cunninghamii puede alcanzar hasta 3 metros de altura y sus flores son de color verde claro y tienen una forma alargada y curvada que recuerda al pico y al cuerpo de un colibrí. Además, tienen una mancha roja en el centro que simula el ojo del ave.
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Las flores de la Crotalaria cunninghamii tienen un aroma dulce que atrae a las abejas y otros insectos polinizadores. Sin embargo, estos no son los únicos que se sienten atraídos por las flores. También lo hacen las aves insectívoras, como los mieleros o los papamoscas, que se acercan a las flores creyendo que son colibríes y terminan polinizándolas al rozarlas con sus plumas. Este es un ejemplo de mimetización floral, un fenómeno por el cual una planta adopta la forma o el color de otro organismo para engañar o atraer a sus polinizadores.
La Crotalaria cunninghamii produce unas vainas cilíndricas y peludas que contienen varias semillas negras y brillantes. Estas semillas son dispersadas por el viento o por los animales que las ingieren o las transportan. La planta también se puede reproducir por medio de esquejes o estacas.
Trucos y recomendaciones para su crecimiento
Puede crecer a gran altura, alcanzando hasta los 3 metros, dependiendo siempre de las condiciones y los cuidados que se le brinde a esta bella especie. Sus hojas poseen la forma de un óvalo, y se extiende hasta 3 centímetros, mientras que las flores son mucho más grandes, de un verde radiante, con rayas y delgadas líneas negras.
El secreto para su correcto crecimiento es prestar atención a la frecuencia de sus riegos, si bien necesita de una buena dosis de agua, se deben evitar los encharcamientos. Caso contrario la planta comenzará a marchitarse y poco a poco pierde su tonalidad radiante, tan similar a la de un colibrí.
Para la propagación se realiza un método muy sencillo a través de sus semillas. Previamente a ser plantadas se deben pretratar en agua hirviendo y ser sembradas, preferentemente, en el mes de octubre. Para su crecimiento necesitan espacios cálidos, resistiendo a los espacios soleados, con suelos arenosos y un buen drenaje. En caso de heladas, deben ser resguardadas.
Múltiples usos
La utilización principal de la flor de colibrí verde por supuesto que es ornamental, revistiendo al jardín del hogar de una planta con una singularidad única por su notorio parecido a los colibríes.
Pero es gracias a sus distintas propiedades que también es utilizada para tratar problemas de infección ocular, siendo la conjuntivitis una de las principales. Por su altos valores de fibra, la Crotalaria cunninghamii es una de las especies más comercializadas, lo que explica el peligro de extinción que sufre en la actualidad.
Las plantas ganan un mayor terreno en los hogares y la flor de colibrí verde es una especie que no puede faltar en todos los jardines, aportando una singular belleza y demandando simples pasos para su correcto cuidado. Su propagación es muy simple y sin dudas colaborará para apagar las alarmas de su peligro de extinción.