El mundo de las suculentas siempre nos deja ejemplares realmente bellos y muy increíbles siendo una de las especies más buscadas por los coleccionistas de plantas.
Entre ellas, una de las suculentas estrellas es la Adromischus Cristatus que tiene un alto valor ornamental proporcionado por la curiosa estructura de sus hijas perennes.
Esta suculenta se caracteriza por su tallo corto y ramificado que no logra superar los 10 centímetros de altura donde sus hojas triangulares se disponen en forma de roseta.
El gran atractivo de la Adromischus Cristatus se centra en sus pequeñas hojas carnosas que presentan el margen terminal conspicuamente ondulado.
Te podría interesar
Además, esta suculenta también cuenta con su etapa de floración, la cual aparece en largas inflorescencias en espiga, el cual puede llegar a sostener hasta 8 flores. Todas con una confirmación tubular, pétalos triangulares y una coloración blanca rojiza o verde grisácea con bordes rosáceos.
Cuidados
Como toda suculenta, los cuidados que requiere la planta no son demasiados. Solo habrá que tener en cuenta algunas concepciones generales para la especie, sumado a conceptos asociados a la Adromischus Cristatus.
En cuanto a la iluminación, requerirá un sitio donde reciba la luz del sol de forma directa por 6 horas. Como la mayoría de las suculentas, esta planta crecerá mejor en climas cálidos siendo óptima una temperatura que ronde entre los 19 y 30 grados. En cambio, en climas donde el fío supere la barrera del cero, lo más probable es que muera rápidamente.
También se debe prestar una especial atención al riego dado que no soportará el encharcamiento. Para ello se recomienda regar espaciadamente en las épocas de calor intenso y disminuir la frecuencia en el invierno. Solo será necesario que reciba agua cuando las hojas presenten signos de deshidratación.
Por último, la suculenta Adromischus Cristatus puede reproducirse de una manera muy sencilla, generando esquejes a partir de sus hojas que enraízan en un plazo de 2 a 4 semanas.