La arqueología es una ciencia maravillosa, centrada en describir e interpretar a la sociedad pasada en base a restos materiales. Universidades y científicos de todo el mundo realizan de forma diaria distintas investigaciones para entender y comprender a la civilización siglos atrás. Gracias al último descubrimiento se conocerá más sobre la vegetación de aquellos tiempos.
Los investigadores de la Universidad de Oxford anunciaron con vítores el hallazgo de un ladrillo de arcilla que, a pesar del paso del tiempo, todavía contiene ADN vegetal. Gracias a la arqueología se brindará por primera vez una noción de lo que fueron las plantas cultivadas por los pobladores asirios, cerca del río Tigris en la ciudad de Nimrud, al sudeste de Irak.
¿Por qué cápsula del tiempo?
Se denomina así a aquellos materiales que han guardado mensajes u objetos para ser encontrados por generaciones futuras. Se cree que las primeras civilizaciones que realizaron este proceso fueron en la actual Mesopotamia, Irak, sitio donde se encontró el ladrillo con ADN vegetal.
“Debido a la inscripción en el ladrillo, podemos asignar la arcilla a un tiempo relativamente específico en una región en particular, lo que significa que sirve como una cápsula de tiempo de biodiversidad de información sobre un solo sitio y sus alrededores" describió Troels Arboll, investigador y especialista en arqueología.
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"En este caso, proporciona a los investigadores un acceso único a los antiguos asirios"
En detalle: las plantas que se hallaron
Luego de estudiar y analizar el ladrillo con ADN vegetal los investigadores pudieron confirmar la presencia de las siguientes plantas: Triticeae (pastos cultivados), Ericaceae (brezo), Selineae (umbelificadores), Brassicaceae (coliflor), Lauraceae (laureles) y por último Betulaceae (abedul).
De todas formas los especialistas en arqueología continúan analizando el objeto encontrado ya que puede seguir brindando valiosa información sobre nuevas plantas y flora de aquellos años.
Lo que tiene de complejo la arqueología también lo tiene de apasionante. Colaborando con añadir nuevas páginas al libro de la historia de la humanidad gracias a sus múltiples descubrimientos de siglos pasados. En esta ocasión un ladrillo extraído del Palacio del Noroeste de Nimrud, territorio de Irak, construido en el año 879 a.C.