Una de las mejores formas de decorar nuestro hogar es apostando a las plantas, pues con las mismas llenamos de vida y color cada rincón. Podemos encontrarnos con cientos de especies de plantas, pero una de las especies más elegida es la suculenta, generalmente la mismas destacan por contar con formatos súper originales y también podemos encontrarnos con aquellas que tienen colores hermosos.
Por otro lado, la suculenta se elige porque a diferencia de otras especies de plantas sus cuidados destacan por ser mínimos y además suele ser muy resistentes, sobre todo a la falta de agua. Hoy nosotros te contaremos un poco sobre la "Echevería neon breakers", una suculenta que destaca por su color y belleza.
Esta suculenta pertenece a la familia Crassulaceae, la misma crece en forma de roseta, como todas las echeveria, y la misma tiene las hojas ligeramente onduladas, alargadas y su grosor es medio. Si se cultiva con la iluminación adecuada es una planta que puede crecer en tonos rosados y púrpuras neón.
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Si quieres decorar tu hogar con esta planta es necesario que lleves adelante los cuidados esenciales que la misma necesita de esta forma la misma crecerá sana, fuerte y súper colorida.
Cuidados necesarios
Iluminación
Este es uno de los puntos más importantes, pues, de esta forma la misma obtiene su color característico, esta planta necesita tener una iluminación directa, sobre todo en las primeras horas de la mañana o las últimas horas de la tarde, pero siempre evitando el sol del mediodía ya que este es mucho más fuerte y puede dañarla.
Sustrato
Al igual que la mayoría de las suculentas, esta planta necesita un sustrato común para suculentas que permita un drenaje rápido y evite los encharcamientos. Pues, además de tierra el sustrato necesitará de un elemento más poroso, puede ser grava, piedra volcánica o corteza de árbol.
Riego
Por último, tenemos el cuidado más importante para cualquier suculenta, en el caso de la echevería neon, necesita ser regada cada 7 días durante la temporada de primavera y verano; cada 10 o 12 días en la temporada de otoño y cada 20 o 30 días durante el invierno. De esta forma no nos excedemos en humedad y podemos permitir que crezca fuerte, sin dañar sus raíces.