Para los que buscan una planta fácil de cuidar y de llamativo aspecto, la suculenta Sedeveria Letizia es sin dudas una inmejorable opción, ya que sobresale del resto por su singular belleza y colorido.
Esta suculenta es un híbrido resultante del cruce entre el Sedum cuspidatum y la Echeveria setosa, pero que por su majestuoso aspecto ha conseguido posicionarse entre las más populares de su tipo.
Sucede que estamos ante una de las suculentas más atractivas que se pueden encontrar en la actualidad, motivo por el cual es tan valorada a la hora de embellecer distintos ambientes.
Lo que ocurre es que esta planta en forma de roseta y de tamaño pequeño se caracteriza por sus flores pequeñas que parecen estrella, las cuales pueden ser blancas, amarillas, rosadas o rojas y que junto con las hojas redondeadas, carnosas y de color verde intenso, conforman una postal digna de admirar.
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Sin embargo, este no es el único motivo por el cual los amantes de la jardinería en el mundo entero quieren cultivar esta preciada planta nativa de México.
Sucede que las hojas de esta planta están cubiertas de una fina capa de cera que las ayuda a protegerse de la pérdida de líquido y tienden a tornarse rojas cuando están estresadas, lo que provoca un espectacular contraste de colores.
Lo cierto es que para conseguir que esta suculenta se vea siempre sana y fuerte tanto en interiores como exteriores, basta efectuar algunos cuidados y protegerlas de las bajas temperaturas ya que sus hojas podrían dañarse considerablemente.
Los cuidados de la Sedeveria Letizia
Como dijimos al principio, se trata de una planta muy sencilla de cuidar, ya que para alcanzar su altura máxima de 15 centímetros y que sus colores se vean brillantes, basta con ubicar la planta en un sitio donde reciba iluminación indirecta, aunque también puede aguantar sin problemas el sol directo.
Por otro lado, debes saber que la Sedeveria Letizia no necesita más de un abonado al mes y sus riegos deben ser moderados; es decir, una hidratación cada dos semanas durante la primavera y el verano y uno al mes durante el resto del año.
Por último, un punto clave de su cuidado es el sustrato, el cual debes combinarlo con arena y perlita para asegurarte que la suculenta tenga un adecuado drenaje debido a que el exceso de líquido puede provocar que sus raíces se encharquen y se pudran.