Aeonium tabulaeforme es sin dudas una suculenta destacada del género por su singular aspecto, a tal punto que para los coleccionistas es considerada como una verdadera joya entre las de su tipo.
Sucede que esta suculenta nativa de las Islas Canarias posee un aspecto muy singular, siendo quizás la cualidad más llamativa de la planta el hecho de que pueda producir cerca de 200 hojas sin necesidad de contar con un tallo grueso y extenso que las sujete.
Se trata de una especie que se caracteriza por su peculiar roseta aplastada con muchas hojas de forma espatulada superpuestas, de color verdes y con los márgenes poblados de pelos blancos, finos y blandos. Una postal realmente digna de admirar.
Sin embargo, para que esta preciada suculenta exhiba sus cualidades y luzca siempre sana y fuerte, necesita recibir algunos cuidados, siendo fundamental para ellas crecer en un sitio bien iluminado y con una temperatura acorde, ya que no toleran los veranos calientes y húmedos.
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Una consecuencia de ello es que los bordes de la Aeonium tabulaeforme se tornan amarillos y sus hojas lucen un colorido marrón opaco, dejando a las claras que el sitio en donde se encuentra ubicada es demasiado cálido para ellas.
Por otro lado, si esta suculenta es cultivada en el exterior, necesita un ambiente donde las heladas no sean tan crudas y extremas. Solo así, en cuestión de algunas semanas, verás como puede llegar a crecer hasta 30 centímetros de diámetro.
En cuanto al riego, como se trata de una especie que almacena líquido en sus hojas, bastará con una hidratación por semana durante las estaciones de primavera y verano, mientras que el resto del año solo necesita un riego cada 10 días para crecer de forma exitosa.
Recuerda que, como toda planta suculenta, la Aeonium tabulaeforme precisa de un sustrato bien drenado, ya que de ese modo se previenen los encharcamientos y además puede aplicarle un abono desde la primavera hasta el inicio del otoño para potenciar su crecimiento.
Ten en cuenta que estos cuidados son fundamentales para que la planta florezca, siendo un evento interesante de observar por lo bien que luce esta espiga de la flor que brota desde el centro de la roseta plana pudiendo alcanzar los 30 centímetros de altura.
Reproducción
Como se trata de una especie tan especial para cualquier colección, hay quienes buscan multiplicarla de todas las maneras posibles para asegurarse su presencia el mayor tiempo posible. Ante esto, te contamos que puede reproducir la Aeonium tabulaeforme mediante sus hojas maduras y carnosas.
Sin embargo, el método más efectivo es a través de las rosetas que provienen de la versión crestada de esta suculenta, las cuales producen una buena cantidad de hijuelos que serán muy útiles para multiplicar esta preciada especie con facilidad.