A la hora de darle sabor a nuestras comidas, el ajo suele utilizarse como un ingrediente fundamental gracias a su intenso aroma. Es por ello que hoy te vamos a enseñar a cultivar tus propias plantas en casa de una manera muy sencilla y económica.
No obstante, cabe destacar que el resultado que nos dará el cultivo de plantas de ajo no serán los dientes en sí, sino sus tallos y hojas verdes, que se pueden sumar a cualquier tipo de preparación como si se tratara de cebollas de verdeo, puerro o ciboulette, dado que todas corresponden a la misma familia.
Por lo general, en las verdulerías solo podemos conseguir una cabeza de ajo, pero no así el resto de la planta que también es comestible y aporta un sabor muy agradable y característico.
Pero hoy te vamos a enseñar a cultivar tus propias plantas de ajo con una técnica muy sencilla y vistosa: la hidroponía, la cual se basa en la utilización del agua para nutrir las raíces.
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¿Qué necesitamos?
Para llevar adelante este proceso, lo primero es conocer los elementos que vamos a implementar. Serán necesarios algunos palitos de madera (pueden ser de brocheta), un material para pegarlos (silicona o alguna cola vinílica), algunas bandejas de plástico, agua y obviamente, nuestra estrella principal: una cabeza de ajo.
Paso 1: preparamos el ajo
Lo primero será quitar todos los dientes de la cabeza de ajo, pero sin retirar la capa superficial que cubre a cada uno de ellos. Una vez hecho esto, vamos a ir clavándolos en el palito de brocheta uno a uno, dejando una distancia entre uno y otro. Se recomienda utilizar más de un palito y no extenderse con los dientes más allá del largo de la bandeja.
Luego, los introducimos en agua procurando que queden absolutamente cubiertos y los dejamos en remojo por 12 horas. Pasado el tiempo, retiramos el agua y los tapamos con un trapo oscuro por otras 48 horas.
Paso 2: cultivo de hidroponía
El resultado de este proceso quedará a la vista. La gran mayoría de los dientes de ajo habrán expuesto sus brotes y estarán listas para ser cultivados. Para ello, los colocaremos sobre la bandeja, procurando que no toquen el fondo. Luego, añadiremos un palito en cada extremo creando una malla que nos permita moverlos con facilidad. Acá es donde debemos pegar los costados a los que sostienen los ajos.
De acá en adelante, solo nos preocuparemos de colocarlos en un ambiente iluminado, sin sol directo e iremos cambiando el agua cada 2 o 3 días. También se puede cambiar el recipiente en caso de que sea necesario.
Paso 3: etapa de cosecha
Al mes de haber colocado el ajo en al agua, las raíces ya habrán alcanzado a cubrir todo el recipiente y las hojas verdes serán tiernas y bastante altas listas para cosechar.
Recortamos las raíces pegadas al diente inicial, lo retiramos también y nos quedarán hermosas y aromáticas plantas de ajo para saborizar cualquier comida.