El mundo de las plantas y las flores nos arroja un vasto mundo de especies que podemos utilizar de diversas formas. Quizás una de las más conocidas es la manzanilla.
Esta planta con flores de centro amarillo y pétalos blancos se ha vuelto muy popular a través de la historia, gracias a su agradable aroma de donde provine su nombre (dado que recuerda el olor de la manzana), sumado a su gran poder medicinal.
La manzanilla es originaria del centro y sur del continente americano y suele crecer rápidamente rodeada de otras hierbas. Además, posee la característica de adaptarse a suelos secos y con buena capacidad de drenaje.
Desde la antigüedad, ha sido utilizada como planta medicinal, especificada en tratamientos para evitar la suba de peso o recomendada para personas con obesidad. También posee efectos sobre las vías respiratorias y por ello se ha ganado el mote de descongestionante.
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Por otra parte, se conoce de sus poderes antiinflamatorios para tratar afecciones como trastornos digestivos, infecciones en las vías urinarias y dolores menstruales.
Una de sus formas más comunes para su consumo es mediante la preparación de una infusión o té de manzanilla, el cual al día de hoy se comercializa en los típicos saquitos. Desde ahí es donde partiremos para poder cultivar nuestra planta poniendo en práctica una sencilla técnica de jardinería.
Manzanilla en casa
Para poder cultivar nuestra propia planta, todo lo que necesitaremos será una maceta con algo de tierra y un saquito de té de manzanilla.
Esta técnica de jardinería solo se basa en cortar la parte superior del saquito (seco, recién sacado de la caja) y volcar su contenido dentro de la maceta previamente humedecida. Luego solo cubriremos con una delgada capa de tierra y remojamos con un poco de agua.
De ahí en adelante, la naturaleza hará la suyo siempre y cuando le proporcionemos un espacio bien iluminado pero que no reciba la luz del sol de manera directa. Así, conseguirás que tu planta de manzanilla germine, crezca y florezca para luego ser disfrutada en una rica infusión o simplemente, admirando sus colores.