Hay platos que trascienden fronteras y se convierten en verdaderos íconos culturales. Sin lugar a dudas, la pizza es uno de ellos. Originaria de Italia, esta clásica receta ha conquistado los corazones y los paladares de millones de personas alrededor del mundo. Es difícil no tentarse ante su irresistible combinación de masa crujiente, salsa de tomate y una infinidad de ingredientes que nos transportan a un mundo de sabores y texturas.
La pizza ha sabido adaptarse y evolucionar a lo largo del tiempo, y en cada rincón del planeta ha encontrado su propia versión, adaptada a los gustos y tradiciones locales. Entre las muchas variedades, se destaca una joya de la cocina argentina: la fugazzeta rellena. Esta receta creada por los maestros pizzeros argentinos, ha ganado un lugar especial en la mesa de los comensales y se ha convertido en un verdadero clásico de la gastronomía del país.
Se trata de una pizza rellena de cebolla y queso, con una generosa cantidad de muzzarella derretida y un toquecito de orégano para realzar los sabores. Cada bocado es un estallido de sabor y nostalgia, una combinación perfecta de la tradición italiana y la creatividad argentina.
Ingredientes para una fugazzeta
Para la masa
- 300 gr de harina 0000 o harina para todo uso
- 180 ml agua
- 10 gr de levadura
- 8 gr de sal
- Aceite neutro de girasol
Para el relleno
- 400 gr de muzzarella
- 400 gr de queso cremoso
- 150 gr de jamón cocido
- Pizca de sal
Para la cubierta
- 750 gr de cebolla
- Sal
- 100 gr de queso sardo o queso duro/semiduro
Para el chimichurri pizzero
- Un diente de ajo
- Un puñado de perejil fresco
- Sal, pimienta, ají molido y orégano seco en c/n
Modo de preparación
Comienza la receta haciendo la masa, para eso coloca la harina en un bowl y forma u corona. En los bordes agrega la sal y en el centro la levadura desgranada. Después añade el agua y comienza incorporar.
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Después suma un chorro de aceite y seguí mezclando hasta que se integren todos los ingredientes. Luego, baja la masa a una mesada enharinada y amasa por 5 o 10 minutos hasta que quede lisa.
Divide la masa en 2 partes, no deben ser partes iguales. La masa grande sera la base y la otra la tapa. Forma los bollos y déjalos reposar en un bowl enharinado hasta que dupliquen su tamaño.
Mientras la masa descansa puedes preparar el chimichurri pizzero que es un clásico y uno de los secretos mejor guardados de los pizzeros para darle sabor a la fugazzeta.
Para hacer el chimichurri pica el perejil y el ajo bien pequeños, mézclalos un poco y pásalos a un frasco. Después agrega la sal, un poco de pimienta, ají molido y orégano seco. Mezcla todo y agrega aceite neutro hasta. Por último, llévalo a la heladera hasta que lo utilices.
El siguiente paso es preparar las cebollas. Para eso necesitas 4 cebollas blancas aproximadamente debe ser 750 gramos. Pélalas, córtale los bordes y puedes cortarlas en juliana o en pluma. No debe ser un corte extremadamente fino, ni tampoco demasiado grueso.
A medida que vayas cortando las cebollas, sepáralas y pásalas a un colador. A continuación, agrega dos puñaditos de sal, mézclalas un poco con la mano para que la sal se esparza y tápalas para que no larguen demasiado olor.
Luego de que reposen por media hora, debes escurrir las cebollas presionando con la mano para que salga todo el líquido. De esta manera la masa no se humedecerá y queda mucho más sabrosa. Por último, pásalas a un bowl y condimenta con pimienta y orégano.
Una vez que la cebolla este lista, prepara los quesos. Te recomendamos que utilices muzzarella y queso cremoso, este último le dará más untuosidad a la pizza. Simplemente debes rallarlos o cortarlos en cubos medianos y dejarlos en un bolw. Es clave que no escatimes con el queso para que quede una buena proporción de masa y queso.
Cuando la masa haya duplicado su volumen será momento de estirarla. Puedes hacerlo como más te guste, aunque te recomiendo estirarla de la manera tradicional, colocando un poco de harina en una mesada y estirar el bollo desde el centro hacia los bordes dándole forma redonda, hazlo con la mano o un palote.
Si te animas, después de haberla estirado un poco, puedes que hace el típico estirado de maestro pizzero pasándola de una mano a otra, despacio y con mucho cuidado.
Una vez que la masa tiene el diámetro de la pizzera, agrega un poco de aceite en la base, y coloca la masa. Encima agrega todo el queso y un poco de sal para reforzar el sabor. Si te gusta cómo queda con jamón, este es el momento de sumarlo.
Después de rellenar la pizza, debes toma el bollo de masa más pequeño y estirarlo sobre la mesada, de la misma manera que hiciste con la otra masa y colocarla sobre el relleno de queso y jamón. Une ambas masas por los bordes, no es necesario hacer un repulgue o un pliegue hacia adentro. Una vez que termines, pincha la superficie y aplasta cuidadosamente para quitar el aire.
Vuelca un poquito de aceite de girasol y espárcelo sobre la masa. Después distribuye toda la cebolla por encima, debe quedar completamente cubierta con cebolla, especialmente en los bordes. Por último, ralla un poco de queso sardo en la parte de arriba y pasa la fugazzeta a un horno precalentado a 230°C.
Para la cocción debes estar atento, ya que primero se coloca la fugazzeta en el piso del horno y después de unos 10 minutos o cuando la base ya tenga consistencia, tienes que pasarla al medio del horno por unos 15-20 minutos más. Finalmente, debe ir unos 5 minutos en la parte de abajo del horno para que se queme un poquito la cebolla.
Una vez que sale del horno, pásala a una tabla y píntala con una buena capa de chimichurri pizzero.
El ultimo paso de la receta es servir en la mesa y disfrutar de esta deliciosa y clásica fugazzeta rellena.