Atención amantes de lo dulce, hoy tenemos para ustedes una receta que les hará agua a la boca desde el primer bocado. Los increíbles cañoncitos de dulce de leche son unos deliciosos bocaditos que combinan una masa crujiente y exquisita, con un relleno clásico de dulce de leche que nunca nos decepciona.
Si estás buscando algo fácil de preparar y que sorprenda a todos en tus meriendas, esta receta es perfecta para ti. Su masa se elabora con paciencia y con ingredientes sencillos, se hornea hasta obtener una textura crujiente y dorada. Y el relleno de dulce de leche, con su sabor irresistible, se funde en tu boca con cada mordisco, creando una combinación increible.
Te enseñaremos paso a paso cómo hacer la masa perfecta, cómo cocinarla para lograr ese crujiente que tanto amamos, y por supuesto, cómo rellenarlos generosamente con ese dulce de leche que nos hace suspirar.
Ingredientes
- 375 gr de harina
- 1 cucharada de azúcar
- 1/2 cucharada de sal
- 175 ml de agua
- 50 gr de manteca o margarina
- 1 cdita de vinagre (opcional)
Para el empaste
- Maicena para espolvorear
- 150 gr de manteca o margarina
Para el relleno
- Dulce de leche repostero
Modo de preparación
Antes de comenzar con la masa de esta receta, debes tener unas cañitas para poder darle forma a los cañoncitos y luego rellenarlos.
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Si no tienes las cañitas puedes hacerlas con papel aluminio. Simplemente corta un trozo de papel, dóblalo a la mitad y luego con ayuda de un palito que tengas en casa enróllalo para que quede con forma cilíndrica, después dobla un poco los extremos para que queden ajustada la parte de la unión.
Realiza varias de estas cañitas para poder hacer muchos cañoncitos. Luego, píntalas a todas con manteca y llévalas a la heladera.
Ahora sí, toma un bowl y comienza a preparar la masa. Coloca la harina y haz un hueco en el centro para agrega la sal, la azúcar, la manteca pomada, el vinagre y el agua de a poco para no excederte y conseguir una masa homogénea.
Te recomiendo que al principio la integres con un cornet o algún utensilio de cocina, pero después termines de unirla con la mano. En caso de ser necesario puedes agregar mas agua.
Cuando ya tengas la masa lista, vuélcala sobre la mesa o sobre una superficie plana y amásala un poco para formar un bollo liso. Intenta no amasar demasiado.
Una vez que formaste un bollo liso, espolvorea un poco de harina en la mesada y en un palote y estira la masa. En caso de que la masa vuelva y no se deje estirar, te recomiendo que la tapes y la dejes descansar por 10 minutos.
Cuando la hayas estirado correctamente, debes hacer el empaste que consiste en untarla con un poco de manteca pomada. Lo ideal es que este bien blanda, casi derretida, para que sea mas fácil.
Y luego tienes que espolvorear con un poco de maicena.
Después de haber realizado el empaste, tienes que doblar uno de los lados de la masa hacia el centro y el otro lado encima para taparlo.
De ser necesario, puedes espolvorear nuevamente con harina en la base para que la masa no se pegue porque debes volver a estirarla. Esta vez tienes que hacerlo con mucho cuidado porque la manteca puede salirse por los costados.
Esta vez te quedara un rectángulo largo, estíralo siguiendo esa misma forma y doblala como hiciste antes.
El siguiente paso es dejar descansar la masa por una hora en la heladera. Para que no se seque puedes guardarla en una bolsa o envolverla en papel film.
Cuando haya pasado el tiempo de reposo, la masa estará un poco más dura y será muy fácil estirarla nuevamente. Intenta que no quede demasiado fina para evitar que se rompa. Forma un rectángulo y comienza a cortar tiras de un centímetro y medio aproximadamente.
Retira las cañitas de la heladera y con cada una de las tiras de masa arma un cañoncito. El procedimiento es sencillo. Debes colocar uno de los extremos de masa a la cañita y comenzar a girar para que la masa se superponga sobre la otra. Por último, presiona bien y listo.
En una bandeja antiadherente o con un poco de manteca, coloca cada una de las cañitas con la masa, separadas un poco entre sí. Si lo deseas puedes pincelar los cañoncitos con huevo para que queden bien dorados.
Cocínalos en un horno precalentado a 180°C entre 25 y 30 minutos o hasta que estén bien doradas y cuando estén fríos, retíralos de las cañitas con mucho cuidado.
Esto también es opcional, pero para que queden aún más dulces por fuera, puedes pincelarlas con un poco de almíbar mientras la masa todavía este caliente.
El relleno es a gusto, puedes usar dulce de leche, crema pastelera, Nutella o lo que prefieras. Lo ideal es que sea un relleno un poco firme para que no se salga de los cañoncitos. Pásalo a una manga pastelera o a una bolsita plástica y rellena cada uno.
Termina la receta decorando cada uno de los cañoncitos, esto también es opcional ya que si eres muy fanático de lo dulce puedes bañarlos en chocolate o espolvorear con azúcar impalpable