Tener en casa unas plantas de menta es sin dudas un gran acierto, ya que se trata de una especie a la que le podemos dar una serie de usos y que podemos cultivar sin problemas en una maceta.
Sin embargo, para que nuestras plantas de menta, o también conocida como hierbabuena, luzca siempre fuerte y sana en su maceta, debemos recurrir a unos efectivos trucos de jardinería que terminarán siendo sumamente beneficiosos para su cuidado.
El primer punto a tener en cuenta para que nuestra valiosa aromática se desarrolle correctamente es la elección de la maceta. Esta debe ser preferentemente de arcilla sin esmaltar , ya que eso ayudará a que expulse el exceso de humedad de la tierra. Al mismo tiempo, la maceta debe tener varios orificios de drenaje.
Por otro lado, en cuanto al sustrato, la recomendación de los expertos es que la tierra donde crecerá nuestra menta debe ser rica en nutrientes, por lo que lo mejor será utilizar tierra de jardín enmendada con compost en partes iguales y abonar con un fertilizante de liberación lenta cada primavera.
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Otra recomendación a tener en cuenta es que al momento de ubicar la plata en una nueva maceta, debemos ubicarla a la misma profundidad a la que crecía en la maceta del vivero, ya que eso le permitirá crecer con la misma fuerza.
Por último, debemos aplicar también un valioso truco durante el riego de nuestras plantas de menta, el cual consiste en hidratar la tierra de manera uniforme, en miras de asegurarnos que el líquido excedente salga por los agujeros de drenaje y así evitaremos que sus raíces se encharquen.
De esta manera, aplicando estos útiles trucos y sugerencias, podremos presumir en el interior de nuestro hogar unas plantas de menta visiblemente sanas, fuertes y con un colorido sumamente radiante.
Cuidados
En cuanto al cuidado de esta planta repleta de propiedades, es fundamental que reciba, por lo menos, unas seis horas de luz solar cada día, ya que esto le permitirá completar correctamente el proceso de fotosíntesis, siempre con la precaución de girar la maceta para que crezca uniformemente. Luego, podremos colocarle en un rincón con semisombra.
Por otro lado, es importante mencionar que el riego de las plantas de menta debe ser solamente cuando el primer centímetro de tierra está seco al tacto, ya que si aún se encuentra húmeda, podemos provocar un exceso de líquido perjudicial para sus raíces.