La cebolla, un ingrediente indispensable en numerosas preparaciones gastronómicas, se ha convertido en el aliado perfecto para aquellos que buscan soluciones creativas y sostenibles en la cocina. Desde la raíz hasta las capas exteriores, cada parte de la cebolla puede tener una utilidad. Pero, en este caso, nos enfocaremos en la piel, esa capa fina y seca que generalmente desechamos sin pensarlo dos veces.
Hoy te enseñaremos cómo transformar esa piel de cebolla en un condimento irresistible que realzará el sabor de tus platos favoritos. Y lo mejor de todo es que es sumamente sencillo de hacer. Así que, toma nota y prepárate para darle un nuevo giro a tus recetas caseras.
Condimento con cascaras de cebolla
Una vez que juntes bastantes cascaras de cebolla, debes lavarlas para sacarle todo el resto de tierra y luego quitar el mayor exceso de agua.
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A continuación pone las cascaras de cebolla en una placa para horno y cocínalas a 160°C por 20 minutos aproximadamente. Deben quedar bien secas y crocantes.
Por último, tritúralas en un molinillo o una procesadora de alimentos con mucha potencia. Una vez que tengas el polvo, pásalo a un frasco de vidrio y ya estará listo para usar.
Propiedades de la cascara de cebolla
Las cascaras de cebolla contienen compuestos fenólicos con grandes efectos en el fortalecimiento del sistema inmunitario.
Puedes hervir las cascaras e inhalar el vapor para tratar infecciones respiratorias o resfriados, como así también se puede tratar otras complicaciones como bronquitis o tos severa.
También puedes preparar infusiones con cascara de cebolla para tratar infecciones urinarias y cuidar el corazón, ya que su alto contenido de fibra y otros nutrientes reducen el colesterol malo en la sangre y ayudan a mantener saludable al corazón.