No hay nada más lindo que tener nuestro hogar decorado con hermosas plantas de colores y diversos formatos que además de darle vida a cada rincón de nuestro hogar realzan por completo la decoración del mismo e incluso influyen positivamente en la energía, ya que atraen todo lo positivo al mismo tiempo que se deshacen de lo negativo, otorgando un gran equilibrio en nuestro hogar. Hoy te traemos una nueva planta con la que podrás decorar tu hogar y disfrutar de su belleza.
La planta que hoy te presentaremos se conoce como Singonio, la misma es trepadora y pertenece a la familia de las Aráceas, su tierra de origen es el centro y sur de América y suele encontrarse en las selvas tropicales. Podemos encontrarnos con más de 30 especies diferentes y cada una de ellas tendrá múltiples variedades, destacando el Syngonium podophyllum y el Syngonium wendlandii.
Si bien es una planta que nos encontramos en las selvas tropicales, la misma puede cultivarse en el hogar, siempre y cuando reciba los cuidados que necesita para crecer sana y fuerte, además de mantener su hermoso porte y belleza.
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A continuación te dejaremos un listado con los cuidados que el Singonio necesita para que puedas decorar tu hogar con esta hermosa planta y que la misma se vea siempre sana y fuerte.
Cuidados para el Singonio
Sustrato
La base de esta planta debe ser ligera y con un buen drenaje, un sustrato perfecto puede estar compuesto por un 80% de turba y unos 20% de perlita, aunque también puedes comprar sustrato para plantas de interior.
Abono
Esta planta necesita el aporte de nutrientes a través del abono, por eso puedes diluir fertilizante líquido para plantas verdes en agua y con dicha mezcla los riegas cada 15 o 20 días durante la primavera y verano.
Iluminación
Los singonios necesitan recibir muchísima luz indirecta, ya que de esta forma se desarrollan mejor, si les da el sol directamente puede quemar sus hojas.
Riego
Por último el punto más importante para cualquier planta, el riego, en el caso de los singonios se debe mantener su sustrato húmedo pero siempre cuidando de no encharcar su sustrato. En verano debe regarse unas 2 o 3 veces por semana dependiendo la luz que reciba y en invierno se debe reducir el riego.