La carrot cake es un pastel de zanahoria, esta receta tradicionalmente se asocia a la repostería americana. Su sabor dulce, su textura esponjosa y su característico color naranja lo convierten en un postre popular en todo el mundo. Sin embargo, muchas personas buscan opciones más saludables que se adapten a sus necesidades dietéticas y gustos personales.
Es por eso que hoy en día la carrot cake sin horno, sin azúcar y sin harinas blancas se ha convertido en una alternativa cada vez más popular. Esta versión de la receta original se ha adaptado para ser más saludable y adecuada para aquellos que buscan evitar el exceso de azúcar y carbohidratos procesados.
A diferencia de la original, esta receta no requiere de horno, lo que hace que sea más fácil y rápida de preparar. Si quieres probar esta versión de la carrot cake, te invitamos a que lo hagas. Descubre cómo la combinación perfecta de ingredientes te permitirá disfrutar de un sabor dulce y delicioso sin sacrificar tu salud y bienestar.
Ingredientes
- 150 gr de zanahorias
- 1 huevo
- 100 gr de yogurt blanco
- Una pizca de canela molida
- 25 gr de copos de avena
- 25 gr de harina de avena
- 25 gr de harina de maíz
- 1/3 cucharadita de polvo de hornear
- 1/3 cucharadita de bicarbonato de sodio
Relleno
- 200 gr de ricota
- 100 gr de queso mascarpone o crema
- Edulcorante al gusto
- Esencia de vainilla
- 50 gr de nueces
Modo de preparación
Como primer paso de la receta debes pelar y lavar muy bien las zanahorias, luego corta los extremos y rállalas.
Te podría interesar
Pasa la zanahoria rallada a un bowl, suma el huevo, el yogurt y un poco de canela molida. Mezcla hasta integrar todos los ingredientes.
Ahora es momento de añadir los secos. Primero suma los copos de avena, después la harina de avena, la harina de maíz, el polvo de hornear y el bicarbonato de sodio.
Mezcla hasta integrar los ingredientes secos y de esta manera ya tienes lista la masa. A continuación debes cocinarla, para eso tienes que dividirla en tres partes iguales y como no lo haremos en el horno, tienes que poner a calentar una sartén con un poco de aceite a fuego bajo.
Para hacer la masa más perfecta puedes ayudarte colocando un disco de acero sobre la sartén y al momento de darle la vuelta a la masa puedes retirarlo. Cocina por ambos lados hasta que estén bien dorados.
Cuando tengas los 3 discos de masa listos, déjalos enfriar y comienza a preparar el relleno.
Para el relleno coloca la ricota, el queso mascarpone, un poco del edulcorante de tu preferencia y un poco de esencia de vainilla en un bowl. Luego licua con una procesadora de mano o en una licuadora de alimentos. Debe quedar una preparación homogénea y cremosa.
Para el armado toma un lindo plato de presentación y coloca un disco de masa en la base, sobre él agrega un poco del relleno, espárcelo por toda la superficie y coloca otro disco de masa.
Repite el procedimiento hasta terminar con la masa y por último cubre toda la superficie con relleno, emparéjala muy bien y decora con nueces trituradas.
Para que la receta quede aún más deliciosa llévala a enfriar a la heladera por una hora como mínimo. Después corta porciones y disfruta esta delicia.