Cuando hablamos de la suculenta Corazón de madre hacemos referencia a una planta endémica de Sudáfrica, Suazilandia, y Zimbabue que se caracteriza por su función decorativa, ya que acapara toda la atención en interiores por su abundante follaje de hojas en forma de corazón.
Lo cierto es que si quieres que esta suculenta, cuyo nombre científico es Ceropegia woodii, exhiba sus vistosas flores de color rosado en cada rincón de tu hogar, será necesario aplicar una técnica infalible para reproducirla y que prospere con éxito.
Sucede que, cuando puedas apreciar que sus tallos de más de un metro de largo cuelgan de la maceta, puede ser el momento oportuno para multiplicar la especie utilizando sus esquejes.
Es importante que, al momento de cortar los tallos, procures que el corte sea de no más de un centímetro por arriba y por debajo de la hoja, ya que así conseguirás que el esqueje prospere.
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Posteriormente, sobre una maceta con el sustrato levemente húmedo, vas a comenzar a colocar cada unos de los esquejes que has podido recortar de la suculenta madre. Ten en cuenta que estos deben estar apenas apoyados sobre el sustrato y no es necesario que los entierres.
Lo bueno de esta técnica es que cuanto más esquejes coloques en la maceta, obtendrás una suculenta Corazón de madre mucho más frondosa, pero además deberías colocar varios tallos con hojas porque no todos van a enraizar.
Por último, deberás cubrir la maceta con una bolsa transparente, pensando en generar un efecto invernadero que resulte beneficioso para que la planta se mantenga caliente y con mucha humedad, siendo este un factor determinante para que produzca raíces mucho más rápido. No olvides sujetar la bolsa con una gomita para impedir que se salga de la maceta.
Cuidados y resultados
Con la reproducción efectuada, solo resta ubicar la maceta en un sitio bien iluminado, pero al resguardo de los rayos directos del sol y al cabo de los 10 días podrás apreciar que la planta exhibe pequeñas hojas nuevas.
Asimismo, la Ceropegia woodii empezará a arrojar nuevas raíces de color blanco, siendo este un claro indicio de que, gracias a esta sencilla y exitosa técnica, el cultivo ha sido verdaderamente exitoso.
Cumplido el primer mes, la maceta ya se verá repleta de hojas en forma de corazón, por lo que es momento de retirar la bolsa plástica y dejar que continúe con su desarrollo bajo el cuidado recomendado por los expertos jardineros para este tipo de suculenta de interiores.