El primero de los beneficios del limonero es disfrutar de su fruto, útil para realizar infusiones frías o calientes y en recetas culinarias. Los limones son una gran fuente de vitamina C, además de antioxidantes que favorecen el sistema inmunológico, colaboran con la salud cardiovascular y esta planta depura la eliminación de toxinas en el organismo.
Su ubicación en el jardín proveerá de sombra y un ambiente más fresco, por el lado de sus hojas emite un aroma fresco y cítrico que, no solo perfuma, sino que ahuyenta a los mosquitos. El limonero absorbe el dióxido de carbono y libera oxígeno, sumándose a la lucha contra el cambio climático.
Cuidados del limonero
Si bien sus demandas son muy sencillas, hay que prestar especial atención a ciertos cuidados para que crezca sano y brinde buenos frutos. En primer lugar el riego, necesita de mucha agua y que la tierra esté siempre húmeda, la frecuencia ideal son 3 aplicaciones de agua por semana, y en verano todos los días.
La plantación del limonero debe ser bajo luz natural, en ambientes con una temperatura entre los 17 y 28 grados centígrados. Por el lado del abono necesita fertilizantes recién cuando haya culminado su segunda floración.
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En cuanto a la tierra que demandará para su plantación debe ser arcillosa, con una buena filtración para evitar los encharcamientos y que se estanque el agua.
La poda de este árbol frutal perenne debe ser en primavera, y por los primeros años se debe evitar que sea excesiva, eliminando solamente las ramas secas y despejando las del interior para que llegue más fácilmente la luz solar.
¿Cuándo es momento de la recolección?
El color del fruto es el indicador principal, debe estar amarillo al momento de su recolección, evitando los que estén en color verde y todavía les falte maduración. Generalmente los limoneros brindan sus frutos entre otoño e invierno, y su cosecha no debe ser mediante un tirón, sino utilizando un alicate.
Los beneficios de plantar un limonero en el hogar están a la vista: además de regalarnos su fruto tan nutritivo, saludable y útil en la cocina, son fundamentales para oxigenar el espacio y demandan de sencillos cuidados para desarrollarse, crecer y dar sus frutos.