Actualmente el oxígeno constituye alrededor del 21 % de la atmósfera terrestre, lo que hace posible la vida de los seres humanos, pero, lamentablemente, la ciencia anticipa que este no será eterno.
Sucede que recientemente volvieron a cobrar relevancia las condiciones atmosféricas que proyecta la ciencia para la tierra en algunos años, siendo un estudio publicado por la revista Nature Geoscience el que adelantó que la situación del oxígeno cambiará drásticamente y llegará a acabarse.
Con el científico ambiental Kazumi Ozaki se llevaron adelante casi 400 mil simulaciones para analizar la evolución de los gases de nuestra atmósfera modelando los sistemas climáticos, biológicos y geológicos.
Allí pudieron determinar que la atmósfera terrestre volverá a ser rica en metano y pobre en oxígeno, basados en los cambios en el brillo del sol, las variaciones en el dióxido de carbono y los cambios en la biosfera terrestre.
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“El modelo proyecta una desoxigenación de la atmósfera, con una caída brusca del O2 atmosférico a niveles que recuerdan a la Tierra Arcaica.”
Sin embargo, y para sorpresa de muchos, esta no sería la primera vez que suceda, ya que en el mismo estudio remarca que este planeta ya pasó, hace 4 mil millones de años, por una etapa parecida llamada Eón Arcaico o simplemente Arcaico, en el que la atmósfera carecía de oxígeno libre.
En cuanto a los detalles de la situación, los especialistas explican que con el correr de los años el sol se calentará más y más y liberará más energía. En consecuencia, habrá una reducción del dióxido de carbono en la atmósfera, dado que el CO2, al absorber calor, se descompone.
En definitiva, más allá de lo alarmante que resulta saber que el oxígeno va a acabarse, el único dato tranquilizador es que esto recién tendría lugar en mil millones de años.
Búsqueda de un nuevo planeta
Teniendo en cuenta los impactantes datos del estudio en cuestión, se sabe que la NASA apunta sus investigaciones a detectar la habitabilidad en otros planetas, puesto que señalan la necesidad de rastrear señales biológicas distintas al oxígeno para aumentar las probabilidades de detectar vida.
Asimismo, no deja de ser un llamado de atención por parte de la ciencia dirigido al accionar de los seres humanos que, de una u otra forma, lleva a que la Tierra manifieste las consecuencias de los daños de diversas formas, algunas más catastróficas que otras.