A la hora de limpiar los utensilios y los artefactos de la cocina, las esponjas aparecen como una de las mejores opciones. Pero lo cierto es que estas suelen desgastarse rápidamente y terminar en la basura tras un merecido recambio sin posibilidad de reciclarlas.
Es por ello que hoy te vamos a enseñar a realizar dos manualidades para poder darle una segunda oportunidad a las esponjas de cocina aprovechando el reciclaje y no desperdiciarlas tras su uso habitual.
Para llevar a cabo cualquiera de estas ideas de reciclaje, será necesario que las vayas guardando una vez que ya no cumplan su función asegurándote de limpiarlas lo máximo posible. Un proceso efectivo será remojarlas en agua hirviendo para deshacernos de la suciedad y los malos aromas.
Una cama para mascotas
Si cuentas con la compañía de mascotas en la casa, una opción para reciclar tus esponjas viejas puede ser la de crear una cama para la comodidad de tu compañero de vida.
Para ello el proceso es bastante simple. Tomamos una tela que ya no usemos o una funda de almohada vieja y la comenzamos a rellenar con las esponjas cortadas en pedacitos previamente. Luego la cerramos y listo, tu mascota ya se podrá relajar en su nueva cama.
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Germinador
En cambio, si tienes una mayor afinidad con las plantas, las esponjas viejas pueden resultar un excelente germinador para semillas gracias a su alto poder absorbente.
En este caso, la técnica también es muy sencilla. Solo debemos cortar la esponja por el medio, asegurando no llegar al extremo para que divida, sino más bien es generar una especie de “bolsillo” en su interior. Alli, dispondremos de las semillas que queramos germinar añadiendo un poco de agua para generar la humedad adecuada. A los pocos días, los brotes comenzaran a salir para poder ser trasplantados a la tierra.
Poné en práctica cualquiera de estas ideas en base a tu necesidades y recicla tus esponjas de cocina para que tengan una segunda y útil oportunidad.