La Portulacaria afra es una planta suculenta ideal para tener en casa por su resiliencia, su fuerza y su facilidad de cultivo, pero también porque podemos transformarla fácilmente en un precioso bonsái.
Sucede que esta planta conocida comúnmente como “árbol de la abundancia”, ha demostrado que puede adaptarse a todo tipo de suelos y con apenas unas cuantas técnicas de cuidados podemos usar sus esquejes para convertirlos en un bonsái de tronco marrón, ramas y múltiples hojas carnosas.
Lo que ocurre es que esta especie es la que más se utiliza para la creación de pequeños árboles de bonsái, el cual en la cultura China simboliza la eternidad.
Sin embargo, para no fallar en el intento, te dejaremos a continuación el detalle de cada uno de los pasos que debes seguir para poder transformar estos esquejes en precioso bonsái de aspecto elegante que servirá para aportar armonía y belleza a tu hogar.
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Procedimiento
El primer paso consiste en seleccionar una rama, asegurándose de que la planta esté sana, para luego plantarla en un sustrato liviano.
En aproximadamente 4 meses, el esqueje habrá enraizado y será necesario llevarlo a un contenedor más grande para que sus raíces puedan extenderse sin ningún tipo de límite.
Es importante mencionar que el objetivo de esta técnica es trabajar minuciosamente sobre las raíces para lograr que el esqueje adquiera, poco a poco, el aspecto de un bonsái. Para ello, hay que observar el sistema radicular de la planta y acomodarla sobre un elemento plano con el objetivo de generar una forma radial.
La idea es empezar a formar una base ancha que dé la sensación de estabilidad y vejez al árbol.
Posteriormente, vas a cubrir el sustrato con alguna piedra volcánica y debemos dejarlo a la sombra durante dos semanas.
Debemos decir también que la tarea de poda será la que más vamos a utilizar en esta transformación y por ello que debemos saber cómo va creciendo nuestra planta. En este caso las hojas crecen en pares opuestos y alternos.
Entonces, si cortamos por encima de estos la copa se comenzará a bifurcar generando una sensación de tridimensionalidad, por lo que será indispensable realizar este proceso frecuentemente para conseguir un bonsái de copa grande y repleta de hojas y ramas.
Con el transcurso del tiempo, el arbolito tomará forma y habrá que esperar lo necesario para conseguir engordar la estructura y que tenga un ancho considerable.
Cumplido el objetivo, vas a repetir nuevamente la poda de tal forma que consigas una buena ramificación y así será como tu bonsái estará en las mejores condiciones para embellecer tu hogar.
Por otro lado, deberías saber que durante el verano será necesario eliminar las hojas, tanto en etapa de crecimiento como de floración, para afinar la ramificación de nuestro bonsái y así durante el resto del año solo tendrás que efectuar podas de mantenimiento.
En definitiva, la Portulacaria afra es una planta de notable resistencia que te permite crear unos preciosos árboles bonsái, los cuales podrás sacar a relucir su gran valor ornamental en donde sea que decidas ubicarlo.