La decoración del hogar es una de las tareas más complejas por encarar. Se debe tener en cuenta el espacio, el presupuesto disponible y dejar volar la imaginación para encontrar las mejores soluciones a los problemas de tamaños o espacios pequeños.
A la hora de darle un nuevo sentido al hogar, o cualquier espacio del mismo, todo suma: desde las texturas o formas, hasta los distintos colores y tonalidades que se pueden formar. Estos son los trucos mejor guardados por los expertos a la hora de la decoración de interiores, para lograr un efecto visual de mayor tamaño y elegancia.
Trucos para decorar:
El primero habla de utilizar el espacio vertical, es decir subiendo las cosas que se encuentran al nivel del suelo. Lo que generará es una ilusión óptica de que hay más espacio. Esto se puede realizar de forma estética incorporando estantes o repisas con compartimentos, donde reposen libros o plantas dando un espacio orgánico sin saturar.
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Dejar siempre que el suelo se vea. ¿Cómo es esto? No quiere decir que se deban remover las alfombras o muebles, sino buscar alternativas con patas o suspenderlos en el aire; esto generará una ilusión visual más amplia del lugar. El suelo debe ser uniforme en el color, y en caso de que haya tonalidades distintas, deben ser de la misma familia para las transiciones suaves.
Optimizar los lugares de almacenamiento: es una de las premisas más importantes en los espacios pequeños. ‘Mientras menos desorden visual, mayor será la sensación de amplitud’ es uno de los refranes más populares entre los expertos. La decoración también está relacionada con el orden, utilizando muebles, escritorios o tocadores con almacenamientos internos.
Uno de los objetos del hogar que se ha popularizado estos últimos años son los bancos, y además de su toque moderno y aesthetic, colabora con ampliar los espacios. No solo se podrán sentar varios comensales, sino que se puede arrimar la mesa ganando más centímetros libres. Reemplaza una gran cantidad de sillas y se pueden guardar de forma sencilla.
Nunca tapar la luz natural. Si está la opción de permitir los ingresos de luz desde el exterior, aprovecharlo siempre, ya que colabora en cambiar la percepción natural, haciendo que todo parezca más grande de lo que efectivamente es. Al estar despejada la ventana, la mirada se dirige hacia allí, ampliando el horizonte visual y de la decoración.
Y por último, en los espacios pequeños, priorizar los colores claros. Esto no quiere decir que el hogar deba estar pintado de blanco, ya que siempre se pueden elegir alternativas similares que produzcan el mismo efecto visual. Los colores blancos hacia una base cálida son las tonalidades más elegidas, ya que la luz rebota y genera un espacio más amplio.
Estos son algunos de los secretos mejor guardados por los diseñadores de interiores, con alternativas tanto para los muebles, colores e iluminación directa, como en la distribución de los distintos objetos de decoración. Lo más importante a la hora de cambiar la “fachada” de los espacios es la imaginación y creatividad al máximo.