Las flores de la Gardenia son una de las más valoradas en el mundo de la jardinería, principalmente por su blanco inmaculado y por su característico aroma dulce e intenso que perfuma todo a su alrededor durante el verano.
Sin embargo, puede suceder que nuestra preciada Gardenia, también conocida como Jazmín del Cabo, pierda sus flores fácilmente o, peor aún, ni siquiera llegue a florecer, por lo que aquí te contamos los motivos y las mejores soluciones.
Antes que nada, debemos decir que estamos hablando de un arbusto ornamental de porte redondeado y de hojas perenne muy exigente en cuanto a su cuidado, motivo por el cual debes darle un minucioso mantenimiento si pretendes que luzca lozana.
Entonces, si te sientes estafado porque tu preciada Gardenia no está produciendo la abundante floración blanca que tanto esperabas, esto es por dos principales motivos: una insuficiente humedad o por los cambios estacionales.
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Si por el contrario, tu bonita Jazmín del Cabo produce flores pero sus capullos se desprenden con facilidad y no permite que la planta se luzca por completo, es más bien una manifestación por los cambios constantes de ubicación o un riego inadecuado.
Siendo así, tras conocer las causas por las que no estás pudiendo disfrutar de la belleza y la exquisita fragancia de las flores de la Gardenia, mencionaremos a continuación, las soluciones más efectivas para este tipo de problemas.
La importancia del cuidado
Si quieres que tu Gardenia florezca y atraiga todas las miradas con su bellísima floración, debes aumentar los niveles de humedad en el hogar utilizando un humidificador o colocando una bandeja de piedras con agua debajo de la maceta. Asimismo, será fundamental mantener la planta al resguardo de los cambios abruptos de temperatura, ya que esto puede inhibir también su floración.
Por otro lado, para evitar que los capullos de las flores se caigan, los expertos jardineros recomiendan mantener la planta en un solo lugar; es decir, moviéndolas lo menos posible.
Además, como las Gardenias necesitan contar con un sustrato siempre húmedo, será fundamental regarlas con frecuencia para impedir que el suelo se seque por completo, considerando que esto podría influir en la pérdida de sus pimpollos.
Sugerencias adicionales de cuidado
Para conseguir que esta especie ornamental se mantenga sana y fuerte, tienes que tener en cuenta que precisa de mucha luz, pero siempre de manera indirecta.
Además, el Jazmín del Cabo es intolerante a los encharcamientos, prefieren noches frescas y días más cálidos y es imprescindible mantenerlas alejadas de las corrientes de aire.
Por otra parte, esta especie de origen asiático puede verse mucho más fortalecida desde la raíz si le aplicas una dosis mensual de fertilizante, siendo esto muy beneficioso para el desarrollo de su espectacular floración, y una poda cada vez que la floración haya terminado.
En conclusión, si le brindas a la Gardenia o Jazmín del Cabo un cuidado óptimo, esta preciada planta ornamental te recompensará con unas brillantes hojas verdes y una gran cantidad de hermosas flores blancas y fragantes.