A la hora de cultivar nuestras propias hortalizas siempre hay que tener en cuenta algunos conceptos básicos para conseguir una cosecha en óptimas condiciones. En ese sentido, hoy te contaremos algunos secretos de jardinería para el cultivo de ajos.
Sin lugar a dudas, el ajo es uno de los ingredientes primordiales dentro del mundo de la gastronomía y seguramente, sabes como incorporarlo en tus mejores recetas. Pero lejos de hablar de recetas, hoy nos centraremos en los secretos de jardinería para poder llevar a cabo un cultivo eficiente.
En primer lugar, cabe destacar que los ajos deben cultivarse como si se tratara de una planta de bulbo. Para ello, habrá que tener en cuenta algunas consideraciones esenciales.
Preparando el terreno
A modo de introducción, podemos decir que existen dos maneras de cultivar ajos. Una se basa en conseguir el brote verde para utilizarlo como la cebolla de verdeo, puerro o demás y otra, en reproducir los bulbos para conseguir lo que conocemos como dientes.
Te podría interesar
A la hora de elegir nuestras “semillas” precisamente lo que utilizaremos serán los dientes de ajos, las cuales se suelen comercializar en forma de cabeza.
En este sentido, cabe destacar que cuanto mas grande se el diente de ajo, mejor será nuestra planta y posterior cosecha, así que asegúrate de reservar los de mayor tamaño para incursionar en la jardinería.
Por otra parte, vamos a mencionar que este tipo de cultivo requiere de un tipo de suelo específico. Esto se debe a que el bulbo no soportará los encharcamientos y el exceso de humedad en el suelo.
Para ello, la recomendación será utilizar un sustrato ligero, evitando suelos arcillosos si pretendemos plantarlos en el jardín. En el caso de utilizar un maceta, la fibra de coco será un impedimento para el cultivo de ajos dado que esta suele retener mucha humedad.
Si bien el ajo requiere un suelo con nutrientes, lo cierto es que un exceso de estos en la tierra podría ser contraproducente para el cultivo.
Siembra y cultivo
Ya sea tanto para siembra directa como en macetas, una de las claves para cultivar ajos se centra en le posicionamiento inicial bajo el suelo. Para estimular la germinación, los dientes deben colocarse con la parte plana hacia abajo. Esto ayudará a su crecimiento más rápidamente.
Por otro lado, habrá que enterrarlos de manera inicial a una profundidad que no supere el doble de su tamaño. Tampoco será necesario quitarle la piel que suele recubrir los dientes de ajo.
Si tu idea es cultivar con siembra directa, los ajos deben colocarse a aun distancia de 20 centímetros para evitar una lucha por los nutrientes del suelo. En cambio, en macetas se pueden colocar hasta dos dientes, siempre dependiendo del tamaño de la propia maceta y del propio diente.
En cualquiera de los dos casos, debemos hidratar muy bien la tierra luego de plantarlos por primera vez para estimular la germinación. La planta requerirá de un lugar soleado para su desarrollo.
Por último, la etapa de crecimiento hasta la cosecha durará alrededor de 7 u 8 meses, siendo importante cortar el riego a cero a los 15 días antes de retirarlos de la tierra.
Sigue estos simples consejos de jardinería y cultiva tus propios ajos en tu jardín, maceta o huerto urbano para deleitar a tus invitados con las mejores recetas.