Si bien la colonización producida a fines del siglo XV instauró el lenguaje español en gran parte de Latinoamérica, lo cierto es que su uso a través de la historia nos ha dado una característica nacional que se evidencia en nuestra forma de expresarnos.
Sin dudas, las experiencias vividas y la popularidad de algunos hechos históricos han dejado su marca en nuestro lenguaje, apareciendo frases que al día de hoy muchos conocen su significado pero no su referencia directa.
Haciendo un poco de historia y adentrándonos en uno de los barrios más conocidos de la capital federal, hoy vamos a contarte de donde nace la expresión de quedar en “Pampa y la vía”.
Por lo general, al día de hoy seguimos utilizando esta analogía, la cual remite a una persona que, podría pensarse, quedó varado en la nada o más bien, sin nada encima, denotando una especie de abandono.
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Pero si bien el significado se condice con su historia, lo cierto es que para rastrear la referencia debemos remontarnos al año 1887.
Por una cabeza
A finales del siglo XIX, la ciudad de Buenos Aires se imponía como la ciudad puerto de nuestro país, donde las oportunidades estaban al alcance de la mano. Esto sin dudas la llevó a convertirse en la joya de la corona abarcando la mayor densidad de población.
En ese sentido, las masas más populares buscaban divertirse y uno de los eventos más convocantes del momento eran las carreras de caballos, donde algunos buscaban probar suerte en las apuestas.
En ese entonces, en el barrio de Belgrano cerca de donde hoy se emplaza el mítico estadio Monumental, se construyó el Hipódromo Nacional, inaugurado en 1887.
El mismo fue ubicado en la calle Blandengues (hoy avenida Del Libertador), los arroyos Vega, White y el Río de la Plata.
Siendo uno de los deportes más populares, el hipódromo albergaba cientos de visitantes diarios que por lo general llegaban a destino por medio del trasporte público del momento: el tranvía.
La historia cuenta que los pasajeros, sacaban un boleto de ida y vuelta por 10 centavos que los llevaba hasta el hipódromo. La cuestión es que, en las apuestas se puede perder mucho (incluso todo), quedando solamente el pasaje de vuelta que los devolvía a la calle Pampa y las vías del Ferrocarril Central, cerca de la estación Belgrano C.
En conmemoración a dicha situación, la historia nos revela que la expresión de “quedar en Pampa y la vía” precisamente quiere decir eso: quedarse sin nada, demostrando esa especie de abandono a la que se hace referencia hasta el día de hoy.