Durante el siglo pasado, los gnomos de jardín han conseguido establecerse como un adorno decorativo en varias casas, encerrando tras ellos magnificas historias de amor y odio.
Los gnomos de jardín han sido considerados tan bellos como peligrosos, dado su aspecto avejentado, de poco tamaño y vestidos con ropa llamativas donde se distingue su típico bonete rojo en punta.
A lo largo de la historia, estas pequeñas esculturas de decoración han sabido despertar cientos de relatos, desde aquellos que los aman y los cuidan hasta otros que los han raptado o incluso, asegurar que tienen vida propia.
Este tipo de decoración logró tomar fuerza durante las décadas del 40 al 80 en la Argentina, pero también han conseguido ampliar su influencia alrededor del mundo.
Quizás una de las historias más destacadas se sitúa en Francia, donde un grupo de activistas denominado “Frente de Liberación de los Enanos de Jardín” salía a secuestrar estas criaturas y las “liberaba” en los bosques “donde verdaderamente pertenecían”.
Por otra parte, muchos han asegurado que los gnomos de jardín se movían por la noche e incluso solían aparecer en posiciones diferentes en las que los dejó su dueño por la mañana siguiente, incrementando el mito que se ha contraído alrededor de esta figura.
Si bien no podemos confirmar (ni tampoco desmentir) que los gnomos de jardín poseen una “vida propia” como muchos le adjudican, lo cierto es que si podemos hacer un breve repaso por su historia para conocer más sobre el origen de este excéntrico objeto de decoración.
Había una vez
Casi salidos de un cuento de hadas, los gnomos de jardín son originarios de Alemania, más precisamente en el siglo XIX. Sin embargo, también se los relaciona con los trabajadores mineros de Turquía en el siglo XIII.
No obstante, fue en Alemania donde los gnomos que conocemos hoy en día tienen su origen. Esto fue gracias al trabajo de Philipp Griebel en 1874, quien es considerado el responsable de su producción en masa.
Philipp era dueño de una pequeña empresa (la cual al día de hoy persiste tras 4 generaciones) dedicada a la confección de gnomos de jardín.
Esto sucedió en el municipio de Gräfenroda donde se crearon moldes para rellenarlos con arcilla líquida de alta calidad. De esta forma se lo dejaba secar por algunas horas y después se cocinaban en hornos a más de 1000 grados centígrados para darle resistencia. Por último se pintaban a mano sumando los detalles coloridos.
Leyenda
Esta producción en masa de los gnomos de jardín ayudó para que poco a poco fueran transcendiendo las fronteras y finalmente, se los pueda ver en jardines alrededor del mundo.
Además, las supersticiones aseguran que los gnomos de jardín son protectores del hogar, atraen la buena suerte y alejan a los ladrones. También son utilizados como talismanes, por ello se los puede ver en varios frentes de casas.
Es así como los gnomos de jardín han conseguido superar las tendencias de decoración a lo largo de los años y aún hoy, en pleno siglo XXI, se los siga viendo en miles de casas alrededor del mundo.