Primero vamos con un poco de historia: el 11 de octubre como el Día del dulce de leche nace en 1998, luego de que el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines declare a esta fecha con la idea para promocionar tanto su producción como consumo, posicionándolo en todo el mundo como uno de los productos argentinos más emblemáticos.
En el año 2002 se intentó enmarcar el Día Internacional del dulce de leche, considerándolo a este dulce dentro de los patrimonios culturales del país, acompañado del asado y las empanadas. Desde entonces cada 11 de octubre se ha transformado en la oportunidad ideal para degustar a este ingrediente tan delicioso y útil en múltiples recetas (o a cucharadas, claro está).
“La guerra por el dulce de leche”
El título parece exagerado, pero así han titulado diferentes portales internacionales a la disputa que existe por este ingrediente como patrimonio gastronómico entre Argentina y Uruguay. Luego de conocerse la disposición nacional, desde el país vecino elevaron un pedido para que se lo considere como patrimonio del Río de la Plata, por su origen no comprobado hasta la fecha.
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El origen
Viejas historias revelan que el dulce de leche nació en 1829, en medio de un encuentro entre Juan Lavalle y Juan Manuel de Rosas, en la estancia “El Piño”, ubicada en Cañuelas. El arribo temprano del caudillo obligó a la cocinera de la residencia a preparar el alimento a las apuradas dejando empastar la lechada, dando luz al emblemático dulce.
No existen pruebas fehacientes de este suceso, pero el invento habría sido un 24 de junio de 1829, a horas de la siesta en la morada de Rosas. Por supuesto que existen otras teorías, adjudicándole el invento a las Filipinas, viajando a México y dándose a conocer al mundo.
Variedades de dulce de leche
Con el correr de los años se han inventado distintos tipos de este emblemático dulce ¿argentino?, ideales para implementar en múltiples recetas. Primero está el clásico, se distingue por su brillantez y ligereza. Se consume para tostadas o en panqueques, gracias a su facilidad para maniobrarlo.
El dulce de leche repostero, como bien su nombre lo indica, es ideal para los pasteles o tortas. Es más concentrado y opaco, y en su receta original puede contener sustancias vegetales para lograr su consistencia característica. Por el lado del heladero, se utiliza principalmente de forma industrial, tiene más color, brillo y sabor.
En un país donde se consume tanto alfajor (por Argentina) se inventó el dulce de leche alfajorero. Se trata de un producto con estructura y corte, ideal para rellenar este clásico postre, evitando que se desplacen las tapas al momento de bañado o empaquetado.
El dulce de leche es uno de los grandes inventos culinarios, tan popularizado en Argentina y Uruguay, sus creadores en conjunto. Todo extranjero que prueba por primera vez este ingrediente queda fascinado por su sabor, consistencia y la multiplicidad de usos que se le puede brindar en el mundo de la pastelería.