Quienes tienen perros saben que al menos una vez estos animales han elegido comer sus propias heces o las de otros animales y aunque parezca descabellado desde nuestro punto de vista, para ellos puede resultar una acción muy común.
Sin embargo, la coprofagia en los perros es la consecuencia de una serie de posibles causas que los llevan a tener este comportamiento y que deberás tenerlas en cuenta si pretendes que tu mascota deje de hacerlo.
Como se trata de un tema que despierta gran interés en quienes cuidan a este animal como un miembro más de la familia, son numerosos los artículos que hacen referencia al posible motivo por el cual estos mamíferos comen sus propias heces.
Uno de ellos, más precisamente el sitio “Muy Interesante”, asegura que este accionar está directamente vinculado al instinto heredado de sus ancestros salvajes, quienes hace muchos años atrás se alimentaban de los excrementos, teniendo un papel más que importante en el saneamiento de los poblados.
Te podría interesar
Por otro lado, “Robin Food” vincula la coprofagia de estos animales en un desagradable hábito que se manifiesta como una consecuencia relacionada al comportamiento o a problemas de salud.
En lo que respecta al aspecto conductual, el sitio mencionado considera que puede ser una manera de llamar la atención del humano o por estrés, aburrimiento, dominancia, entre otras. Mientras que, en cuanto al segundo punto, indica que puede responder a una malnutrición del animal o una enfermedad que le aumenta el apetito.
Lo cierto es que son múltiples y muy diversas las opciones de por qué el perro decide comer sus heces o las de otros animales, lo bueno es que existen soluciones para acabar con este asqueroso acto de tu mascota.
Soluciones
Lo primero que se debe hacer si detectas que con frecuencia tu mascota quiere comer las heces que encuentra es acudir a un veterinario para descartar que no esté relacionado a alguna enfermedad.
Descartado esto, existen algunas sugerencias de “Experto Animal” que puedes aplicar diariamente para que poco a poco termine con esta práctica repulsiva como ser alimentarlo con mayor cantidad de proteínas, más paseos y ejercicios, mantener limpia la zona, evitar el castigo o supervisar permanentemente para impedir que llegue a degustar las heces.
De esta manera, manteniendo la constancia en estas recomendaciones, seguramente podrás lograr que los perros dejen de comer las heces de una vez por todas.