La Arabis caucásica, también conocida como Arabide, es una planta que combina belleza y tenacidad. Originaria del sureste de Europa y el Mediterráneo, esta joya herbácea se ha ganado su lugar en los corazones de los jardineros. ¿Por qué? ¡Sigue leyendo!
Características encantadoras
Flores en cruz: Las diminutas flores de la Arabis caucásica tienen una forma que recuerda a una cruz. Sus pétalos blancos o tonos lila y rosados son un deleite para la vista.
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Resistencia extrema: ¿Frío? ¡Sin problema! Esta planta aguanta temperaturas de hasta -35°C. Además, su adaptabilidad la convierte en una todoterreno, creciendo incluso en suelos pobres o llenos de piedras.
Guía de cuidados
1. Luz solar: La Arabis adora el sol. Colócala en un lugar donde reciba abundante luz diaria. ¿Interior o exterior? Tú decides.
2. Riego moderado: No es quisquillosa con el agua. Riégala moderadamente y evita encharcamientos. El drenaje adecuado es clave.
3. Suelo bien drenado: No necesita tierra de lujo. Un sustrato con buen drenaje y nivel medio de nutrientes es suficiente.
4. Podas ligeras: Después de la floración, recorta para mantener su forma compacta y estimular un crecimiento saludable.
5. Alerta ante plagas: Aunque no es propensa a problemas, vigila posibles plagas y considera un insecticida si es necesario.
¡Con estas sencillas pautas, tu Arabis caucásica florecerá como nunca!