Los fertilizantes son uno de los trucos de jardinería para que cualquier especie de planta se desarrolle y crezca sana y radiante. Y todavía más si el abono en cuestión se realiza de forma casera, natural y con ingredientes fáciles de conseguir: las suculentas del jardín lo van a agradecer.
Gracias a esta receta casera se colaborará con, además del crecimiento y desarrollo de las suculentas, con su tamaño (“engordándolas”) y con su coloración, otorgándoles brillo y tonalidades naturales.
“Engordador de suculentas”: cómo realizarlo
Para esta preparación, o fertilizante casero y natural, se van a necesitar solamente cinco ingredientes, estos son: ortigas, espinaca, col, diente de león y lechuga. Las propiedades de cada uno actúan rápidamente sobre la tierra, absorbiendo el tallo y las hojas sus nutrientes y minerales.
Las ortigas son ricas en ácidos que ayudan a restaurar la purina de las suculentas, favoreciendo a su belleza; pero también contienen grasas, proteínas y vitaminas. Por el lado de la espinaca posee vitaminas k, a y c, minerales tales como el potasio, hierro o calcio, y provee de una fuente de proteínas y mucha clorofila.
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El diente de león es uno de los ingredientes más complejos de conseguir, pero sumamente necesario ya que aporta hierro, potasio, calcio, zinc, magnesio, fósforo y múltiples vitaminas. La col es importante por su función de ayudar con la asimilación del hierro, colaborando con mantener y reforzar sus tonalidades. Por último, la lechuga, contiene vitaminas, hidratos de carbono, ácido fólico y fibra.
Preparación:
Este fertilizante posee cinco ingredientes íntegramente orgánicos y naturales. No existe una medición exacta de cantidades, mientras más siempre es mejor respetando partes iguales de cada hierba.
En un recipiente se coloca un litro de agua (o la cantidad necesaria) y se agregan una por una las 5 hierbas a utilizar. Se lleva a fuego lento por 10 o 15 minutos y como uno de los pasos finales la mezcla se licúa por unos segundos. Para finalizar se filtra en un nuevo recipiente: el líquido se utilizará para las suculentas, y lo restante funciona a la perfección en el sustrato de otras plantas.
En caso de aplicar la mezcla concentrada se recomiendan que sean 15 mililitros por suculenta, pero la otra opción es diluir el fertilizante casero con más agua, facilitando su absorción. En la maceta se realiza un pequeño pozo cerca de la raíz, se vierte la mezcla y se vuelve a tapar.
Otro método para utilizarlo es con un pulverizador, pero previamente el líquido concentrado se diluye con dos partes iguales de agua, para evitar manchas o quemaduras en las hojas.
El consejo (y secreto) final, es utilizar este fertilizante casero y natural sobre todo en las suculentas recién compradas, que pueden estar faltas de nutrientes o vitaminas. De esta forma se colabora con su rápido crecimiento y desarrollo, se “engordan” y realzan sus características tonalidades.