A la hora de pensar en la decoración de nuestros hogares, las plantas son un excelente aliado dado que nos proporcionan hermosos colores y agradables aromas. Pero lo cierto es que, gracias a un cuidado irregular o inclemencias climáticas, algunas de ellas se pueden ir deteriorando.
Pensando en esas plantas que están a punto de secarse y ya no brillan como nos gustaría, hoy te traemos un excelente abono natural y casero para que revivas a tus coloridas amigas.
Antes de poner manos a la obra, cabe destacar que este abono no solo revivirá nuestras plantas a partir de la incorporación de nutrientes, sino también con una hormona que extrememos de uno de sus ingredientes para garantizar su crecimiento.
Se trata nada menos que de la auxina, una hormona clave en el ciclo de toda planta gracias a su capacidad de proporcionar un crecimiento estable a lo largo del desarrollo.
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Paso a paso
Para comenzar, vamos a tener en cuenta los ingredientes necesarios para realizar nuestro abono para plantas. Con el fin de utilizar productos naturales y ecológicos, solo implementaremos avena 100% integral y semillas de chía.
Lo primero, será recolectar un litro de agua tibia y sin cloro. Para ello, podemos utilizar agua corriente, pero debemos dejarla reposar abierta por 24hs para que elimine los restos de cloro. Si la colocas en un lugar donde le de el sol directo, también podrás aumentar su temperatura para realizar la mezcla.
Con el agua lista, lo siguiente será incorporar dos puñados de avena integral al 100% a fin de que esta libere sus nutrientes que terminarán beneficiando a nuestras plantas. En este caso, el ingrediente nos aportará dosis de potasios, fósforo, zinc, magnesio, entre otros. Para ello, debemos agitar la mezcla por 10 segundos.
En cuanto a las hormonas, en este caso nos vamos a valer de las semillas de chía en una proporción de 100 gramos por litro de agua. Incorporamos el segundo ingrediente a la mezcla y la removemos por algunos segundos, a fin de liberar la auxina que nuestras plantas necesitar para volver a crecer de manera correcta.
Para extraerla, debemos dejar la preparación cerrada en un lugar oscuro de 24 a 72 horas. Cumplido el tiempo, notaremos que la chía ha absorbido casi toda el agua, por lo que necesitaremos procesar el fertilizante en una licuadora o con una multiprocesadora manual.
Por último, nos queda reducir la mezcla en una proporción de 1 litro por 8 de agua, dada su alta concentración. La misma la podemos utilizar para regar nuestras plantas hasta que veamos que los brotes vuelven a aparecer nuevamente.