Dentro del mundo de los cítricos, el pomelo puede ser que sea el menos popular al lado de las naranjas, mandarinas o limones. Pero lo cierto es que la planta que los produce puede ser muy hermosa y resistente incluso cultivada en maceta.
Cabe destacar que la planta de pomelo es originaria de la zona de Malasia, Tailandia y el sur de China, considerado como el lejano oriente. Además, sus frutos son los más grandes del planeta.
Esta planta posee la característica ornamental de hojas verde oscuro con un lindo brillo, sumado a su floración blanca y con un aroma intenso que en ocasiones es utilizado para la composición de perfumes.
Sin embargo, a la hora de darnos sus preciado frutos, en algunos casos y dependiendo de la especie, podemos llegar a esperar hasta 8 años. No obstante, la planta de pomelo nos brindará toda su belleza desde un principio y llegar a mantenerse viva por más de 150 años.
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Cultivo y cuidados
Para lograr conseguir una planta de pomelo desde la base, lo mejor será contar con semillas compradas que germinarán sin demasiado inconvenientes en cualquier tipo de sustrato.
Esto se debe a que la planta de pomelos no requiere demasiadas especificaciones en cuanto al suelo, dado que suele adaptarse fácilmente a la tierra. Si será necesario que prestes atención a obtener el mayor drenaje posible a fin de que subsista sin enfermedades.
Por otra parte, si habrá que tener recaudos con lo que se refiere a las temperaturas. En este punto, la planta prefiere los climas templados y si bien suele resistir hasta los -3 grados, lo recomendable será evitar que atraviese la época invernal a la intemperie.
Por último, otro punto importante a tener en cuenta es la iluminación dado que la planta requiere varias horas de luz solar de modo directo. Si sigues estos consejos, podrás mantenerla durante muchos años y porque no, disfrutar de sus deliciosos frutos gigantes.