La Paulownia tomentosa, originaria de Asia, específicamente de China y Japón, es conocida por varios nombres, como el “árbol del Kiri”, “árbol Emperatriz” o, quizás la definición más importante, “el árbol que salvará la tierra”. ¿Por qué? Porque su crecimiento requiere tan poca atención que se ha convertido en un verdadero salvador.
Paulownia tomentosa es árbol que puede alcanzar hasta 27 metros de altura y tiene una copa frondosa y abierta. Además, es muy famoso por su resistencia, ya que se adapta a una amplia variedad de climas, desde temperaturas bajo cero hasta fuertes oleadas de calor.
En cuanto a sus hojas, debemos decir que estas miden aproximadamente cuarenta centímetros de longitud y tienen una tonalidad verde opaca, cubiertas por una fina pelusa en ambos lados. Además, emite una profusa floración nectarífera de color lila o malva en forma de racimos erectos de unos 35 centímetros
Propiedades y beneficios
Pero la magia de la Paulownia tomentosa aún no ha terminado. Sucede que este árbol ha demostrado tener una notable habilidad para crecer más rápido que cualquier otro, lo que lo hace aún más especial.
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Al mismo tiempo, se dice que es un campeón en la fotosíntesis. Ya que un árbol adulto puede consumir 22 kg de CO2, convirtiéndolo en 6 kg de oxígeno
Asimismo, una vez asentado, atrae microorganismos y fauna, colaborando con el restablecimiento del ecosistema, por lo que en climas o suelos hostiles, sigue regalando naturaleza con su notable belleza.
Sobre el cuidado del árbol Paulownia tomentosa
Afortunadamente, tal como mencionamos al inicio, este árbol es sumamente resistente y por eso no será necesario emplear un sustrato rico en nutrientes, ya que se adapta a suelos pobres que pudieron ser contaminados previamente.
Lo que si debes tener en cuenta es que este árbol pierde sus hojas una vez al año, pero su belleza persiste.
En resumen, la Paulownia tomentosa es más que un árbol: es un aliado en la lucha contra la deforestación y el cambio climático. ¡Un verdadero salvador verde!