El jazmín, con su aroma embriagador y único, no solo deleita los sentidos sino que también simboliza pureza, amor y simplicidad. Esta flor es una joya del Feng Shui para invitar la riqueza y el bienestar a tu espacio vital.
Los adeptos al Feng Shui ven en el jazmín un símbolo de modestia y fuerza, sensualidad y belleza, prosperidad y pureza. Pero hay más en esta planta que su significado; es un tesoro oculto en la cocina oriental, realzando platillos con su fragancia, y en la herbolaria, donde se valora por sus propiedades sedantes que favorecen la circulación y la presión arterial.
Un imán para la prosperidad
Para que el jazmín sea un verdadero imán de prosperidad, es crucial cuidar su floración. La luz es esencial, pero también lo son el suelo adecuado, los nutrientes correctos, la humedad ambiental y una temperatura cálida.
Asegúrate de protegerla de los rayos intensos del mediodía y de las heladas invernales. Un riego moderado y un sustrato de calidad evitarán el exceso de agua y mantendrán tu jazmín vibrante y lleno de vida.
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Con estos cuidados, tu jazmín no solo estará radiante sino que también será un poderoso aliado para atraer la buena fortuna a tu hogar, siguiendo las enseñanzas del Feng Shui.