La albahaca, esa hierba aromática esencial en la cocina, no solo es fácil de encontrar y cultivar, sino que también se puede reproducir sin esfuerzo. El aroma distintivo de esta planta no solo enriquece tus platos, sino que también embellece tu hogar y repele plagas indeseadas.
Por eso, te revelaremos cómo multiplicar tus brotes de albahaca de forma sencilla, sin necesidad de semillas. Utilizaremos una técnica popular en jardinería: el esqueje. Este método consiste en crear una nueva planta a partir de un pequeño tallo o brote, que luego enraizaremos y plantaremos en la tierra. Aquí te explicamos cómo hacerlo paso a paso.
Paso a paso para duplicar tu albahaca
Primero, selecciona una rama robusta de tu planta, preferentemente una que brote del tallo central con hojas bien formadas en la punta.
Luego, corta cuidadosamente el esqueje elegido desde la base, evitando dañar el tallo principal. Puedes usar tus manos o un cuchillo esterilizado para esto.
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Posteriormente, vas a colocar el esqueje en un recipiente transparente, llenándolo con agua hasta cubrir la base pero sin mojar las hojas de la albahaca. Para fomentar el crecimiento de las raíces, puedes añadir un enraizante o gel de aloe vera natural al agua.
Mantén el recipiente en un lugar con luz solar indirecta y cambia el agua regularmente. Gracias a la transparencia del recipiente, podrás observar el emocionante momento en que las raíces comienzan a formarse.
Finalmente, cuando las raíces aparezcan, tu esqueje estará listo para ser trasplantado a la tierra o a una maceta con buen drenaje. Así, podrás disfrutar de la satisfacción de reproducir tus plantas de albahaca tantas veces como desees.