¡Atención amantes del verde! ¿Estás listo para darle a tus plantas un festín de nutrientes sin igual? Olvídate de los abonos comerciales y sus precios elevados. ¡Es hora de abrazar la magia de las lentejas crudas!
Sí, has leído bien. Las lentejas, esas pequeñas joyas de la naturaleza, están cargadas de hierro, magnesio, potasio y vitaminas que transformarán tus plantas y revitalizarán tu jardín.
¡Nutrición que brota de la tierra!
Al utilizar lentejas crudas como abono, no solo estás nutriendo tus plantas, sino también enriqueciendo el suelo con microorganismos vitales. El fósforo, ese macronutriente esencial, se convertirá en el aliado de tus plantas para una vida más vigorosa y floreciente.
Abono casero de lentejas: doble impacto
Te revelamos cómo crear dos tipos de abono: uno de liberación rápida para rescatar a tus plantas mustias y otro de liberación lenta para una nutrición constante. Solo necesitas moler las lentejas hasta obtener un fino polvo, ¡y listo!
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Para un impulso inmediato, mezcla una cucharada sopera de polvo de lentejas con 1 litro y medio de agua. Agita bien y riega tus plantas con esta poción revitalizante. Aplica semanalmente en épocas de crecimiento y cada dos semanas cuando el clima se enfría.
Para una nutrición prolongada, esparce una cucharadita generosa del polvo directamente en la tierra. Intégralo suavemente y riega como de costumbre. Tus plantas estarán nutridas por hasta seis meses, ¡sin necesidad de aplicaciones frecuentes!
¡Que tus plantas crezcan fuertes y saludables con el poder de las lentejas!