La planta Pelargonium hortorum es un espectáculo visual, famosa por su distintiva mancha oscura en forma de herradura que adorna sus numerosas hojas verde y la torna perfecta para embellecer distintos espacios.
Imagina un despliegue de flores que capturan la esencia de la naturaleza con sus tonos blancos puros, rojos apasionados y rosas delicados. Las flores de esta planta no solo embellecen cada rincón de tu hogar o jardín, sino que también celebran la belleza con su floración ininterrumpida desde la primavera hasta el otoño.
¿Sueñas con un malvón que crezca lozano y decore tu espacio con su forma y color únicos? ¡Es posible! Y te vamos a revelar los secretos para que tu malvón brille con todo su esplendor.
Cuidados esenciales para un malvón radiante
Sustrato
El fundamento de la vida de tu malvón. Prefiere suelos sueltos, fértiles y bien drenados. Evita los suelos ricos en nitrógeno para no sacrificar las flores por las hojas. Sus raíces superficiales aman los suelos poco profundos.
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Riego
La moderación es la clave. En verano, riega tres veces a la semana; el resto del año, reduce a 1 o 2 veces. Utiliza agua de lluvia o agua mineral para un crecimiento óptimo.
Abono
Nutre tu malvón con abono orgánico desde la primavera hasta el final del verano. Si está en el jardín, aprovecha para enriquecer toda la tierra con compost, esto será determinante para que produzca flores en cantidad.
Ubicación
Elige un lugar al aire libre donde los rayos del sol acaricien sus hojas, ya sea directa o indirectamente. Aunque tolera la semi sombra, asegúrate de que tenga mucha luz.
Con estos consejos, tu planta de malvón no solo crecerá fuerte y saludable, sino que se convertirá en la joya de tu jardín. Anímate a darle al Pelargonium hortorum el cuidado que merece y disfruta de su esplendor día tras día.