A la hora rebuscar una planta que se caracterice por su amplia resistencia, sin lugar a dudas que una de las mejores opciones será la conocida como siempreviva.
Para aquellos que no estén familiarizados con la siempreviva, lo primero que debemos tener en cuenta es que esta planta es de la familia de las suculentas.
En ese sentido, podremos deducir que no requerirá de muchos cuidados para su crecimiento, algo que se destaca claramente en esta especie tan particular.
La siempreviva suele crecer en terrenos rocosos y secos, convirtiéndola en una planta ideal para rellenar algunos espacios del jardín donde otras especies no prosperarían. A continuación, te dejamos algunos consejos útiles para que puedas cultivarlas sin problemas ni esfuerzo.
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Cuidados básicos
En principio, las siemprevivas son plantas suculentas que pueden crecer tanto en suelo directo como en macetas. Prefieren recibir una buena dosis de luz diaria aunque también prosperan es lugares con semisombra.
En este sentido, lo ideal será resguardarlas del sol directo del mediodía en épocas de verano y procurar que reciban la luz de la mañana o el atardecer.
En cuanto al riego, al ser de la familia de las suculentas, no requiere un cuidado continuo dado que tiene la capacidad de retener la humedad en sus tallos y hojas.
Sin embargo, hay que prestar atención para evitar los encharcamientos ya que estos podrían poner en juego su salud. Asegúrate que el suelo este completamente seco antes de volver a regar.
Por otra parte, la siempreviva se destaca por ser una planta poco demandante. Prefiere suelos secos y con pocos nutrientes. Tampoco hará falta que incorpores fertilizantes dado que no los necesita. Además, es muy resistente a las plagas tanto en interior como en exterior.
Si sigues estos consejos básicos, seguramente podrás poblar tu jardín o tus macetas con varias especies de siemprevivas, las cuales aportarán una bella decoración verde a cada rincón del hogar.