El crujiente de queso se convirtió en un elemento muy utilizado en la cocina, ya sea para darle un toque decorativo a un plato, para agregar textura a una comida o como un sencillo y delicioso snack. Por si lo desconocías, hoy te traemos la receta.
El crujiente de queso se hace con una técnica que permite obtener una lámina de queso de una interesante textura. El secreto está en la selección del queso, no puede ser un queso tierno o fresco, al contrario, cuanto más madurado sea mucho mejor. Además, en la receta de hoy agregamos algunos trozos de brócoli para darle un toque más delicioso.
Ingredientes
- Brócoli
- Queso rallado
- Aceite de oliva (opcional)
Modo de preparación
Para comenzar esta sencilla receta, cortamos el brócoli en arbolitos pequeños. Después lo hervimos en agua caliente por un minuto para que se ablanden levemente.
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Cuando sacamos los brócolis del agua debemos escurrirlos muy bien para que no queden restos de líquido.
El siguiente paso es rallar el queso, en este caso utilizamos enmental, pero podes usar cualquiera que este bien madurado.
Sobre una bandeja cubierta con papel vegetal hacemos una cama de queso, encima distribuimos los arbolitos de brócoli y después los aplastamos con la base de un vaso, dejándolos bien chatos.
De manera opcional podes colocar unos hilos de aceite por encima.
Cocinamos por 25 o 30 minutos en un horno precalentado a 200°C. Si tu horno es demasiado fuerte y están dorados un poco antes podes retirarlos.
El ultimo paso de la receta es dejarlo enfriar y cortar trozos para comerlos solos o acompañarlos con alguna salsita.